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Estados Unidos y Reino Unido han bombardeado este viernes varios objetivos vinculados a los rebeldes hutíes en seis provincias de Yemen, como respuesta a los ataques de este grupo, respaldado por Irán, contra barcos mercantes en el mar Rojo.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha asegurado que los ataques se han producido con el apoyo no operacional de Australia, Bahréin, Canadá y Paíes Bajos,  y no descarta que se tomen nuevas medidas.

Foto: EFE/ U.S. Central Command

Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, analiza los ataques de Estados Unidos y Reino Unido a los rebeldes hutíes en Yemen. Según Álvarez-Ossorio, una de las prioridades de Israel es abrir un nuevo frente, ya sea contra Irán o Yemen, para poder crear una campaña de humo que cubra su campaña bélica. “Estados Unidos tiene interés en volver a la región, y este ataque contra Yemen lo demuestra”Álvarez-Ossorio recuerda que Yemen atraviesa una guerra civil y por eso advierte que estos ataques pueden provocar un nuevo estallido de violencia en la región que incluso podría contagiarse a Arabia Saudi. Sobre la negativa de España a participar en esta coalición, el catedrático cree que ha sido una buena decision y defiende que "no existían objetivos claros".

Esta madrugada Estados Unidos y Reino Unido han atacado posiciones de los rebeldes hutíes en Yemen. Es el primer bombardeo sobre objetivos vinculados a este grupo rebelde respaldado por Irán. Varios misiles han caído sobre -al menos- seis provincias yemeníes, una operación militar coordinada en el que participan otros países como Canadá o Australia, como respuesta a las amenazas y abordajes sobre buques que navegan por el Mar Rojo. Los hutíes han respondido con misiles lanzados a los buques de la coalición militar y una amenaza: "habrá terribles consecuencias".

FOTO: Un caza 'Typhoon' británico se dirige a su objetivo en Yemen UK MOD/HANDOUT VIA REUTERS

El Boeing 737 Max 9, sigue bajo investigación. Los expertos tratan de comprobar si la puerta que se desprendió del vuelo de Alaska Airlines, a 5.000 metros de altitud, estaba armada al fuselaje de forma correcta. Varias compañías aéreas han encontrado otros aviones del mismo modelo con piezas sueltas o, directamente, sin ellas.