Esta semana, en Estados Unidos, un hombre blanco mataba a tiros a dos negros, al azar, en una tienda de Kentucky, en un crimen racista. Otro atemorizaba al país enviando paquetes bomba a líderes demócratas. Un seguidor de Trump que confesaba en las redes su odio, entre otros, a los inmigrantes y que pedía abiertamente en su facebook la muerte para sus enemigos ideológicos. El sábado, un antisemita abría fuego en una sinagoga de Pittsburg matando a once judíos, lo que era aplaudido por simpatizantes neonazis en las redes.
Tres crímenes de odio que han sacudido al país en un momento en que se extienden los discursos de la intolerancia a través de las redes.
Facebook reconoce que sus sistemas detectaron el pasado año sólo el 38% de esos discursos, mientras que detectaron el 90% de contenidos con desnudos y la casi totalidad de los mensajes terroristas.
El presidente Trump visitará este martes Pittsburg para dar el pésame a las familias. El alcalde se ha negado a recibirle y líderes judíos han dicho que no va a ser bienvenido.
Son muchos los que se embarcaron en la caravana de la noche a la mañana, sin pensarlo demasiado y sin medir sus fuerzas. Rafael y Dalia viajan con su bebé de un año. Su imagen cruzando el puente fronterizo con Guatemala entre gases lacrimógenos dio la vuelta al mundo. Después de tantos sacrificios no es fácil tomar la decisión de volver. Algunos se entregan directamente a inmigración para que los repatríe. Otros desandan el camino por su cuenta, incluso volviendo a cruzar el río por el que entraron clandestinamente a México, aunque ahora en sentido inverso.
Para ellos no ha podido ser esta vez, pero aseguran que lo volverán a intentar.
En la frontera entre Estados Unidos y México ha empezado el despliegue de los 5.200 militares que el gobierno de Donald Trump ha enviado para responder a la llegada de las dos caravanas de inmmigrantes centroamericanos. Los soldados reforzarán la vigilancia en Texas, Arizona y California y se suman a los más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional que se encuentran en la frontera desde abril. Nos lo cuenta el corresponsal de RNE en Washington. Fran Sevilla.
Con el puente fronterizo cerrado, tras los incidentes del domingo en los que un migrante resulto muerto y varios heridos. Para hacer frente a la corriente del río, los migrantes se agarraron de la mano y formaron una cadena humana, mientras un helicóptero de las Fuerzas Federales de México sobrevolaba el área, en algunos momentos a baja altura, lo que provocó fuertes ráfagas de viento que desestabilizaron a las personas.
Cientos de migrantes, la mayoría procedentes de Honduras, han cruzado el rio y están ya en lado mexicano. En estos momentos negocian con las autoridades sus condiciones para el ingreso en el país.
La caravana de centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos avanza y ya está en el estado mexicano de Oaxaca. Los inmigrantes aseguran que no van a detenerse a pesar de los obstáculos.
Un tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania, Estados Unidos) ha dejado al menos ocho muertos, según han informado varios medios de comunicación locales.
El FBI ha detenido este viernes a Cesar Sayoc Jr., de 56 años, votante republicano con antecedentes criminales y residente en el estado de Florida y relacionado con el envío de paquetes sospechosos en Estados Unidos, dirigidos principalmente a figuras demócratas y a críticos del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha desvinculado el suceso de su agresivo discurso político.
Las autoridades estadounidenses han identificado al detenido como Cesar Sayoc Jr., de 56 años, y residente en la localidad de Ventura, en el estado de Florida. Sayoc será acusado de cinco delitos que le exponen hasta 48 años en prisión, ha afirmado el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions.