Durante toda la noche y la mañana los misiles han estado cayendo en los pueblos y las aldeas cercanas a la ciudad de Zaporiyia. La mayoría de los vecinos y los trabajadores de mantenimiento intentan reparar sobre todo el tendido eléctrico y las tuberías de gas, porque ya ha comenzado a nevar con temperaturas bajo cero. Muchas de estas personas no tienen a donde ir y están poniendo plásticos en los tejados y las ventanas para poder pasar horas de intenso frío. Mientras tanto, el ejército ruso ha acusado una vez más al ucraniano de bombardear la central atómica de Zaporiyia, la más grande de Europa.
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