Cuando se cumplen 300 días de la invasión de Ucrania, el presidente ruso ha pedido a los servicios de seguridad que redoblen su labor ante los nuevos riesgos y amenazas. Y ha admitido que las cosas se complican para sus tropas.
"La situación en las repúblicas de Donetsk y Lugansk, y en las provincias de Jersón y Zaporiyia es extremadamente difícil", ha dicho Putin. Sus tropas no controlan por completo ninguna de estas zonas anexionadas. Horas después, Putin entregaba en el Kremlin los premios estatales de este año y reconocía la labor, entre otros, de los jefes de gobierno de estos territorios.