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Un día después del aniversario de la invasión rusa, las calles de Kiev vuelven a la rutina. Aunque las alarmas siguen sonando, son pocos los ciudadanos que se esconden en refugios, acostumbrados a las sirenas. El presidente Zelenski y sus asesores estudian el plan de paz propuesto por China, sobre el que hay muchas reticencias. Zelenski cree que China está jugando sus propios intereses y que está más cerca de ser un aliado de Moscú que de apoyar una paz justa en Ucrania.

Informan Fran Sevilla y Carlos Mesas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó este jueves en Kiev que España enviará 10 tanques Leopard a Ucrania. En el programa Parlamento RNE, el diputado popular Pablo Hispán exige que se recabe el apoyo del PP en el Congreso: "Es importante que el presidente del Gobierno busque el apoyo del principal partido de la oposición", asegura. Hispán critica que el Gobierno esté desunido: "No puede pasar en mitad del conflicto más importante en Europa que el ministro de Asuntos Exteriores diga una cosa, el presidente del Gobierno diga la contraria y no se informe de por qué se toma o se deja de tomar una decisión", expresa. El diputado del PP también exige una política de Estado en la que, independientemente de quién esté en el Gobierno,  se mantenga el apoyo a Ucrania.

Jesús Cruz-Franco, coordinador de país de la Delegación de Cruz Roja Española en Ucrania, nos cuenta que las necesidades de las personas que han atendido durante este año de guerra no han cambiado: "Empezamos distribuyendo comida, mantas y paquetes higiénicos a las personas que se encontraban desplazadas. Esa situación no ha cambiado porque el conflicto sigue activo". Durante estos meses Cruz Roja ha brindado apoyo psicosocial a más de 326.000 personas y Cruz-Franco explica que la salud mental continúa siendo una de las grandes prioridades: "Tenemos que tener en cuenta que prácticamente un tercio de la población tuvo que abandonar sus hogares".

Además, a esta situación humanitaria se une la crisis económica. "Muchísima gente ha perdido sus trabajos y ya no tiene ahorros. En este sentido, intentamos hacer proyectos de recuperación económica para que en aquellas áreas fuera de la línea de conflicto las personas puedan recuperar su actividad y se valgan por sí mismas"nos cuenta.

Hace un año millones de ucranianos se vieron obligados a huir de su país para evitar la guerra. Muchos de estos ciudadanos lo hacían en tren. Desde distintos puntos de Ucrania todos tenían un mismo destino: cruzar la frontera en un vagón que les dejase a salvo.

Ahora, 365 días después, algunos de ellos han vuelto al país y han realizado el mismo trayecto que hicieron para huir, pero a la inversa.

Un equipo de TVE ha acompañado a varios de esos ucranianos que vieron en los trenes un vagón hacia un destino seguro, como Nadia Filmonova. Ella se ha refugiado en España durante este año gracias a un tren que cogió con destino Polonia y ahora vuelve para reencontrarse con su madre en Kiev.

Durante la madrugada del 24 de febrero de 2022, Rusia inició un ataque a Ucrania a través de diversos frentes por tierra, mar y aire. Daba inicio una guerra que un año después continúa sin un final próximo en el horizonte y cuyas consecuencias están afectando a millones de personas.

Este viernes, coincidiendo con el aniversario del mayor ataque en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, TVE se traslada hasta Ucrania para emitir dos ediciones especiales del informativo. Nuestro viaje arranca en Polonia y llega hasta Kiev, el trayecto inverso al que hicieron millones de ucranianos cuando huyeron por la guerra.

La base de Rzeszow, en Polonia, está a unos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania. Por aquí pasa casi todo el armamento que los países aliados envían al frente. Una portavoz del ejército polaco ha explicado que hay una coordinación total entre los más de 50 países que apoyan militarmente a Ucrania. De todas las armas que salen de esta base, tres han sido decisivas: los misiles antitanque Javelin, las lanzaderas Himars, que lograron frenar el avance de Moscú en el Donbás, y los misiles Patriot para proteger infraestructuras y ciudades. Los siguientes en cruzar serán los tanques Leopard.

Foto: Soldados ucranianos disparan un cañón Howitzer D-30 cerca de la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk (REUTERS/Marko Djurica)

La vida sigue en Moscú a pesar de la guerra en Ucrania y de las duras sanciones occidentales. Algunas multinacionales han salido del país y sus tiendas siguen cerradas. Otras las han reabierto con logos prácticamente idénticos. Las sanciones sí han afectado a otros sectores como el tecnológico, el automovilístico o el bancario y la guerra también aquí ha roto familias.

Foto: Dos personas caminan por la Plaza Roja de Moscú (EFE/YURI KOCHETKOV)

El destino de Hassan Alkhalaf estaba en su mano. Se lo escribió su madre. Cuando Rusia comenzó a atacar la central nuclear de Zaporiyia, donde ellos vivían, le subió solo en un tren destino a la capital Eslovaquia, Bratislava, con un número de teléfono escrito a bolígrafo en su piel.

Un año después, desde la estación central de la ciudad, nos cuenta que su madre, Yulia Volodymyrivna, “estaba muy asustada por si había una catástrofe nuclear o por si impactaba un misil cerca de casa”.

Entrevista en TVE al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, con motivo del primer aniversario de la guerra en Ucrania. En este año de conflicto, la Alianza ha mostrado la unidad entre los aliados y ha renovado su hoja de ruta, en la que sitúa a Rusia como su principal "amenaza", y continúa enviando ayuda militar a Ucrania.

Stoltenberg asegura que no ve "señales de que Putin se esté preparando para la paz" y asegura que una victoria rusa sería "una tragedia" y podría lanzar el mensaje a otros líderes autoritarios de que "cuando utilizan la fuerza militar [...] consiguen lo que quieren". La ofensiva, asegura, "acabará en una mesa de negociación", pero para que eso ocurra "depende de la situación que se dé en el campo de batalla".

Foto: REUTERS/Johanna Geron