La mujer más rica de Francia, Lilianne Bettencourt, su hija y el amigo fotógrafo a quien la primogénita acusa de aprovecharse de su madre, protagonizan el culebrón del siglo en el país vecino. Pero el llamado "Caso Bettencourt" ha dejado de ser un asunto de familia y ha llegado hasta las puertas del Elíseo. Esta semana, declararon ante la policía Lilianne Bettencourt y el ministro de Trabajo. Se investiga si al margen del escándalo familiar ha habido financiación ilegal del partido del Presidente Nicolás Sarkozy.
Demasiados nombres importantes; demasiados intereses en torno a una fortuna que supera los 17.000 millones de euros.