'Los seductores', del director francés Pascal Chaumeil, es un caso más de esa variante de la comedia cuya principal base argumental se solapa con la de un cuento de hadas, a saber: una princesa a punto de casarse con el malvado príncipe es salvada in extremis del error por un príncipe bueno, que resulta más presentable en virtud de su origen plebeyo. Ya puede verse que no es la originalidad la principal virtud de este taquillazo francés, que, como viene siendo habitual, tiene su correspondiente remake norteamericano casi antes de estrenarse en el resto de Europa.
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