El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha dado explicaciones sobre el tratamiento del coronavirus con un fármaco que hasta ahora se usaba para la malaria. "El problema con la hidroxicloroquina es el tiempo: tenemos que tener un control de las dosis, del tiempo de uso y tener cuidado de no dárselo a personas que no deberían tomarlo", ha comentado, tras explicar sus posibles efectos secundarios.
Juan Andrés es el director técnico del equipo de la farmacéutica Moderna, en Massachussets (Estados Unidos), que ha probado, con resultados esperanzadores, una vacuna contra el coronavirus en la que ha participado con inversión el gobierno estadounidense y la Fundación Bill y Melinda Gates, entre otros. Hemos hablado con él y nos ha contado que confía en que los siguientes ensayos confirmen la eficacia de esa vacuna.
Su objetivo es alcanzar una capacidad productiva de mil millones de vacunas para Estados Unidos y también para el resto del mundo a partir del año que viene. Su ensayo clínico en humanos en la primera fase ha acaparado titulares. Aunque faltan dos fases más hasta llegar a probar su eficacia. "Todos los individuos que han sido vacunados han generado anticuerpos", ha dicho Andrés.
Para comprobar si les protegería ante el virus, el plasma de ocho de ellos se expuso a la Covid-19 en un laboratorio y se ha comprobado que "estos anticuerpos neutralizan el virus". Aún no han visto efectos secundarios más allá de dolor o enrojecimiento en el punto de inyección, asegura, y añade que su objetivo no es participar en "una carrera de competidores" de una vacuna contra el virus.
De hecho China ya está en una fase más avanzada de los ensayos, aunque no han trascendido sus resultados. En total ocho vacunas en el mundo están probándose en humanos en Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y China.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha alertado de que el uso de la cloroquina e hidroxicloroquina puede producir trastornos neuropsiquiátricos, como cuadros agudos de psicosis o ideación suicida. En pacientes tratados con estos fármacos para el tratamiento de la COVID-19, también se han notificado algunos casos graves de este tipo.
En concreto, en estos casos los trastornos en el comportamiento han aparecido principalmente durante los primeros días de tratamiento y, o bien se habían descartado los antecedentes psiquiátricos o se desconocía esta información. Prácticamente la totalidad de los pacientes recibieron una dosis inicial de 800 miligramos el primer día seguida de una dosis de 400 miligramos diarios.
Protesta airada del Elíseo contra Sanofi, una de las mayores farmacéuticas francesas. En declaraciones a la agencia Bloomberg, un directivo del grupo farmacéutico aseguraba que Estados Unidos, "gracias a sus inversiones en investigación", tendría prioridad a la hora de disponer de una posible vacuna. El gobierno galo ve el asunto como "inaceptable", más todavía cuando Sanofi suscribió en febrero un acuerdo de cooperación millonario con el Departamento de Salud norteamericano.
Los expertos siguen buscando fármacos efectivos contra el coronavirus. Y llegan datos prometedores de un ensayo clínico con Remdesivir, un medicamento anitviral que podría mejorar el estado de pacientes graves de Covid-19. El estudio, todavía sin terminar, se está desarrollando en 180 centros de países de todo el mundo, incluido España.
Investigadores estudian qué fármacos están siendo más eficaces para la COVID-19 en función de la fase en la que se encuentre la enfermedad. Para ordenar la información, farmacéuticos hospitalarios de toda España han creado un registro donde comparten los resultados. Por ahora los medicamentos más utilizados en esta pandemia son cuatro fármacos tradicionalmente empleados para tratar enfermedades como el ébola, el sida o la artritis.
A partir del lunes las mascarillas no se podrán vender por más de 0,96 céntimos. Los farmacéuticos están de acuerdo con esta medida, pero los que ya las han comprado a un precio superior, perderán dinero. Se quejan de que han tenido que buscar proveedores sin que el Gobierno garantizase el acceso a toda la población.
Las mascarillas de tipo quirúrgico, cuya vida útil no debería superar las seis horas, costaban unos 60 céntimos hace dos meses y estos días su precio puede alcanzar los dos euros. El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que va a regular el precio de las mascarillas para evitar abusos y precisamente, este domingo, el Boletín Oficial del Estado publica una orden ministerial por la que se establecen medidas para garantizar el acceso de la población a productos para la prevención del coronavirus. Los farmacéuticos denuncian costes abusivos que vienen de origen y piden medidas para el control de los precios. Coronavirus: última hora en directo.
El Gobierno aseguró que este fin de semana se terminaría el desabastecimiento de mascarillas, pero las farmacias siguen sin tener noticias. Nuestro compañero Julio Leyte ha recorrido varias y ha constatado que el Ejecutivo no ha enviado a los farmacéuticos las mascarillas quirúrgicas que se están repartiendo en las estaciones. Han tenido que conseguirlas por sus propios medios y, como hay muy pocas, tienen que fijar un cupo por cliente y día para que no se agoten de manera inmediata.
Ana López Casero, miembro del Comité Directivo del Consejo General de Farmacéuticos, asegura que, de momento, siguen sin saber nada aunque les consta que la distribución farmacéutica "está haciendo verdaderos esfuerzos para que en poco tiempo puedan estar en el mercado español". Casero ha recordado que han propuesto al Gobierno que la red de 22.000 famarcias se encargue de distribuir esas mascarillas sin ganancia ni beneficio para la farmacia.
La pandemia ha desatado una lucha, a nivel mundial, por la compra de todo tipo de material y productos relacionados con el coronavirus, con medidas proteccionistas y cambios en las reglas del juego del comercio internacional. Uno de los focos de atención esla India, la gran productora de genéricos y, concretamente, de la hidroxicloroquina. Se trata de un principio activo que se utiliza para la malaria o la artritis reumatoide y que ahora se estudia como tratamiento experimental para la COVID-19.
Ana López Casero, miembro del comité directivo del Consejo General de Farmacéuticos, ha asegurado en 'Las mañanas de RNE' que el lunes todavía no habrá en las farmacias suficientes mascarillas para toda la población. López Casero espera que la situación se normalice en 15 días. Además ha condenado que "algunas empresas ajenas al sector farmacéutico estén especulando con las mascarillas" y ha explicado que la mayoría de los farmacéuticos las están vendiendo al precio al que se la suministran sus proveedores. Por eso ha vuelto a pedir al Gobierno que regule el precio de las mascarillas.
Ana López Casero, miembro del Comité Directivo del Consejo General de Farmacéuticos, ha asegurado en 24 horas que el Gobierno no puede tomar la decisión de que todo el mundo debe llevar mascarilla porque "no hay suficientes".
Ha insistido en que ellos mismos tienen mucha dificultad para encontrar mascarillas "en su red de 22.000 farmacias" porque las que hay están suministradas por distribuidores ajanos a su sector y a precios muy altos: "Hemos denunciado la especulación y hemos pedido al Gobierno que regule los precios".
Explica que el precio de una mascarilla debería ser de un euro o menos pero "se encuetra multiplicado el por cuatro o por cinco" y es algo que "perjudica al ciudadano y al farmaceútico porque hay personas que entienden que nos queremos lucrar y también somos víctimas".
También ha asegurado que "tosos los distribuidores están haciendo esfuerzos para que haya mascarillas para toda la población" y que hasta que no llegue ese momento "el Gobierno no indicará su uso generalizado". Ellos, además, han sugerido al Gobierno que cada ciudadano pueda tener mascarillas en su tarjeta sanitaria como hacen en Taiwán o Corea del Sur.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos ha explicado en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso la urgencia que tienen estos profesionales de test para saber si hay personas que han pasado el coronavirus y por lo tanto son inmunes y pueden volver al trabajo. También reclaman manparas, pantallas y mascarillas. "Todas las medidas son pocas para dar el servicio". Garantiza eso sí la distribución de medicamentos, no hay desabastecimiento. "La luz de la farmacia no se va a apagar".