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Lo ocurrido en el Congreso de los Diputados es algo inédito en la historia de la democracia en España. Tras el fracaso en la investidura de Pedro Sánchez, hay que aplicar el artículo 99 de la Constitución: "En caso de investidura fallida se tramitarán sucesivas propuestas...".

Llamamiento del Jefe del Estado a trabajar juntos rompiendo seis semanas de silencio. Fue en Barcelona, en la cena de inauguración del Mobile World Congres. Y fue en el primer encuentro del Rey con los responsables de las principales instituciones catalanas en plena tensión independentista.

De vuelta en Zarzuela, Felipe VI siguió las negociaciones para la investidura del Presidente del Gobierno en las que Cataluña juega un papel importante. Pendiente de la investidura -adelantada al día 1- y del juicio del Caso Nóos, en el que esta semana declaró Iñaki Urdangarín, quien desvinculó a la Casa Real y a la Infanta Cristina de las actividades del Instituto Noos, en contra de lo dicho por Diego Torres.

Programa de vocación claramente informativa, pero también divulgativa, para dar a conocer en profundidad las competencias, el funcionamiento y la acción cotidiana del Jefe del Estado en una Monarquía Parlamentaria como la española. 

El Jefe del Estado ha seguido de cerca y en silencio las negociaciones entre partidos. La Infanta Cristina declarará ante el tribunal del Caso Nóos el próximo viernes. El Rey visitó el martes la Escuela Militar de Paracaidismo en la Base Aérea de Alcantarilla, Murcia.

El Rey propuso a Patxi López la candidatura de Pedro Sánchez para ser investido Presidente por el Congreso. La sesión de investidura se prevé para dentro de tres o cuatro semanas.

El monarca comunicó su decisión por teléfono al líder socialista. Previamente Sánchez le había transmitido su intención de intentar buscar los apoyos necesarios para su investidura. Ya se lo ofreció a Mariano Rajoy, como líder del partido más votado, tras la primera ronda y éste declinó. La posición de Podemos -y sus convergencias- y Ciudadanos condicionó también la decisión del monarca. Su voto para una investidura es crucial y necesaria aunque no suficiente. Entre ellos también hay desencuentros.

La propuesta del Rey aleja el bloqueo institucional. Sánchez ya se ha sentado a negociar su investidura. De no conseguirlo el monarca podría proponer otro candidato o dejar correr los plazos hacia nuevas elecciones.

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, ha anunciado que el jefe del Estado no le "ha ofrecido" presentarse a la investidura, como sí hizo hace once días, pero aseguró que su opción "sigue adelante" y que no renuncia a presentarse "cuando el Rey lo estime oportuno" porque, dijo, "en ningún caso" se plantea renunciar a ser el candidato de la formación popular.
Rajoy compareció en el Palacio de la Moncloa sobre las siete de la tarde tras reunirse con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, dentro de la segunda ronda de contactos que el Monarca ha mantenido con los partidos con representación parlamentaria después de que el pasado 22 de enero declinara la oferta de Felipe VI de ir a la investidura.

El presidente del Congreso, Patxi López, ha anunciado la decisión del rey de que Pedro Sánchez sea el primero en someterse a un sesión de investidura como candidato a presidir el Gobiernodespués del segundo no de Mariano Rajoy este mismo martes.
Según han revelado fuentes de la Casa del Rey, el candidato socialista ha recibido la noticia con un "Gracias señor, gracias Majestad, agradezco y acepto". 
López, en una breve comparecencia en el Congreso tras ver al rey, ha confirmado que ha hablado con el candidato socialista y que este le ha transmitido su disposición a someterse a la investidura y que precisará de un plazo de entre tres semanas y un mes para las negociaciones.

El rey Felipe VI ha recibido este martes por la tarde en Zarzuela al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, con el que cerrará la segunda ronda de contactos para decidir si encarga a alguno de los líderes políticos presentarse a la investidura tras las elecciones generales del pasado mes de diciembre. Esta mañana el monarca se ha reunido con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que le ha trasladado que él está dispuesto a intentar formar gobierno si Rajoy "renuncia a su obligación" de hacerlo como candidato del partido más votado.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha trasladado al rey Felipe VI que su partido votaría en contra de un hipotético gobierno entre el PSOE y Ciudadanos y que la propuesta para gobernar con el PSOE e IU con él de vicepresidente "sigue en pie", en la reunión que han mantenido este lunes por la tarde en el marco de la segunda ronda de contactos para la investidura. En este sentido, ha señalado que su "mano sigue tendida" al líder socialista, Pedro Sánchez, al que ha pedido que decida ya si quiere un gobierno "con las derechas" o uno de "progreso", en la rueda de prensa en el Congreso de los Diputados tras el encuentro con el monarca. Iglesias ha desvelado que el Felipe VI le ha transmitido una reflexión "muy sensata" en el sentido de que "cuando un candidato decide pedir el aval del jefe del Estado es razonable que de alguna manera tenga un proyecto avanzado", lo que no parece que sea el caso, en opinión del líder de Podemos. Iglesias, no obstante, no ha querido aventurar si el rey podría no proponer a nadie este martes como pasó tras la primera ronda, cuando Mariano Rajoy renunció a presentarse.

Once días después se repite la foto y la declaración de intenciones: Rivera le ha reiterado al rey su deseo de negociar un Gobierno de transición con PP y PSOE, sin pronunciarse sobre el candidato. Mantiene su abstención, aunque no descarta votar a favor de un gobierno de Pedro Sánchez. La línea roja: Podemos, con el que podría llegar a acuerdos puntuales pero nunca de Gobierno. Pide a Sánchez y Rajoy sentido de Estado y sentarse a negociar a partir de mañana haya o no candidato.

Antes de Albert Rivera, don Felipe se ha reunido en La Zarzuela, con el cabeza de lista de En Comú -Podem, Xavier Domènech. Un encuentro de una hora en el que Domènech ha manifestado su rechazo a una posible gran coalición o a un gobierno entre PSOE y Ciudadanos. Apuesta por un pacto con socialistas e IU con una condición irrenunciable, un referéndum en Cataluña.