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El Gobierno de Manuel Valls mantiene su objetivo de reducir el déficit francés al 3% el año que viene, con un ahorro sin precedentes en el gasto público de 50.000 millones. Y lo hacen confirmando la anunciada congelación de las prestaciones sociales y en el salario de los funcionarios, sin de momento cláusula de revisión, tal y como pidió al primer ministro un grupo de diputados socialistas críticos con este ajuste. En la Seguridad Social, el aumento del gasto se limita a un 2% cada año hasta el 2017, con niveles de finales de los 90.

 Un grupo de parlamentarios socialistas ha elaborado un plan de ajuste alternativo al presentado por el Gobierno con el objetivo de evitar que el poder de adquisición de los franceses se vea afectado, según el diario "Le Monde". Los participantes en este nuevo documento comparten las cuentas de Valls pero piden que no vaya en contra de la recuperación económica y del empleo, que, a su juicio, "se han visto frenados por los esfuerzos presupuestarios".

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha anunciado este miércoles que se congelarán hasta octubre de 2015 los sueldos de funcionarios, las pensiones y las ayudas sociales. Solo se mantendrá la revalorización prevista para las pensiones de jubilación más bajas y las prestaciones mínimas. Esta medida se inscribe en un programa de reducción del gasto público que pretende recortar 50.000 millones de euros antes de 2017, y con el que Francia -ha asegurado Valls- "cumplirá sus compromisos" de reducción del déficit público marcados por Bruselas.

SAVIA ESPAÑOLA EN FRANCIA

El varapalo electoral sufrido por los socialistas en las municipales celebradas en Francia, al perder 151 ciudades, ha generado una crisis de gobierno. Ni 24 horas tardó el presidente de la República, Françoise Hollande, en aceptar la dimisión de su primer ministro y amigo, Jean-Marc Ayrault, encargando la formación del nuevo gabinete a Manuel Valls, ministro de Interior. Valls es hijo del pintor barcelonés Xavier Valls, y comparte con la nueva alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ascendencia española. Es la primera vez en la historia del país vecino que dos de las más altas estancias del poder tienen raíces de nuestro país. El nombramiento de Valls, ha suscitado las críticas del ala izquierda del socialismo francés porque consideran que representa al ala más conservadora del partido.

A Hollande le pedían un cambio en su política y ha reaccionado con una respuesta clara: el nombamiento de Manuel Valls como primer ministro. Una elección que tranquiliza a la derecha, pero que preocupa a la izquierda y lleva a los ecologistas a tomar distancias por un perfil incluso duro del nuevo Jefe del Gobierno.

LUIS MIGUEL ÚBEDA (Corresponsal de RNE en París).- El primer reto será mostrar a los franceses que el Gobierno ha entendido la protesta de las votaciones en las elecciones municipales, como ha dicho el presidente, François Hollande. El hasta ahora ministro de Interior, Manuel Valls, tendrá que intentar que todas las tendencias del Partido Socialista Francés se vean representadas en el nuevo Ejecutivo, lo que no será fácil, ya que Valls es un liberal más que un socialista. Los Verdes y otros partidos de izquierda ya han criticado el nombramiento.