El 13 de noviembre de 2002 es un dia que Javier Sar, por aquél entonces patrón mayor de la Confradía de Pescadores de Muxía, no olvidará. El fue uno de los que dio la voz de alarma de la tragedia del Prestige . “"Estábamos en plena faena de arrastre y ya vimos cuál iba a ser la tragedia. Era una mancha de 4 km de ancho", ha recordado Sar en Hablando Claro.
Este domingo cúmprense 20 anos do comezo dun viaxe do Prestige pola costas galegas, ata o seu afundimento, que causaría unha gran marea negra de consecuencias funestas. Un aniversario sobre o que hoxe reflexionamos en RNE nun programa especial dende Muxía. COn voces que lamentan que dende o ano 2007 non se volvera estudar o impacto do verquido no fondo mariño, profesionais do mar que cren que segue causando problemas, e algúns que seguen defendendo a actuación das autoridades.
Dos décadas después de la tragedia del Prestige todavía pueden encontrarse restos en alguna zona de la costa gallega. Antonio Figueras, profesor de Investigación del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, cree que esto es una consecuencia "normal" pero señala la falta de seguimiento que se ha hecho para conocer los efectos reales del chapapote: "Habría que tener unas líneas de referencia para poder comparar el estado antes del accidente, cuando sucede y a lo largo del tiempo", considera. Figueras ha indicado en Las Mañanas de RNE que tras ver la gestión que se llevó a cabo sienten que "puede volver a ocurrir en cualquier momento", y recuerda que aunque una catástrofe como esta es "una torta grande", el problema lo tenemos "como especie y con la contaminación que producimos diariamente".
El fotoperiodista Pedro Armestre plasma en este "cuaderno de viajes" su visión personal del 20 aniversario del hundimiento del Prestige. Desde esas primeras páginas en blanco, que representan la incertidumbre, hasta las siguientes, manchadas con gotas negras, como las primeras galletas de fuel que comenzaron a llegar a la costa.
Se cumplen 20 años de la catástrofe del Prestige y para recordarlo hemos hablado con algunos de quienes lo vivieron más de cerca. Javier Sar era patrón mayor de la Confradía de Pescadores de Muxía cuando sucedió la tragedia y cuenta cómo se les vino la mancha de chapapote encima cuando salieron a faenar en la mañana del 13 de noviembre: “La tarde noche de antes escuchamos que había problemas con un barco, pero eso era algo normal”, recuerda. Nacho Castro, secretario y gerente de la Cofradía, fue uno de los creadores de la Marea Blanca. Cuenta que, bajo el mandato de Javier, se encargó de organizar la búsqueda de voluntarios: “Empecé a enviar correos masivos a las universidades españolas”, explica, y cuenta que en seguida se presentaron allí grupos de voluntarios: “Vino gente de todo el mundo (…) llegaron australianos y chinos con el correo que yo había mandado”, indica.
Una de estas voluntarias fue precisamente Soledad Méndez, que ahora es mariscadora y percebeira. Explica que, a pesar de que el descanso de un año dejó como resultado mayores cantidades de pescado y marisco, fueron muchas las especies que no lograron sobrevivir e incluso grupos de mariscadoras enteros que perdieron su trabajo por esta desaparición.
Xurso Lobato, fotoperiodista, también vivió estos momentos muy de cerca, aunque en su caso detrás de una cámara. Lo recuerda como un acontecimiento trágico, pero “único” profesionalmente y es que, como indica, Galicia se convirtió en el “punto cero de la noticia ecológica” al que acudieron fotógrafos de prestigio de todo el mundo: “Sabía que estaba documentando algo que iba a tener trascendencia”, señala.
A día de hoy la imagen del Prestige hundiéndose y las playas llenas de chapapote han quedado marcadas en la retina de todos los que lo vivieron y, los que no, lo hacen ahora por boca de sus mayores, como Fran, un alumno del IES Ramón Camaño de Muxía a quien su familia ha contado el miedo que tenían a que esa mancha negra no se fuera nunca de la costa. Su profesor David, también trabaja por informarles de ese acontecimiento que, dice, recuerda haber vivido con "mucha impotencia".
Alberto Blanco era alcalde de Muxía cuando sucedió la catástrofe del Prestige y en Las Mañanas de RNE ha relatado que las primeras noticias le llegaron en una llamada a las 8 de la mañana: "Me acerqué con algunos vecinos y se veía sin prismáticos perfectamente cómo los remolcadores intentaban alejar el barco", recuerda. Cuenta también que nada más llegar el chapapote a las playas todo el pueblo se movilizó para ayudar como podía, en un principio usando la maquinaria con la que contaba el ayuntamiento y, poco después, con los materiales que lograron comprar. "Acudieron voluntarios de todo el mundo", explica Blanco que destaca también la enorme solidaridad que despertó esta tragedia. Cree que la actuación por parte de los políticos fue la adecuada, ya que "no había un protocolo y había que tomar decisiones e improvisar" y dice sentirse orgulloso de la celeridad con la que los afectador de la localidad cobraron las ayudas económicas que se les prometió.
Hace 20 años, un día como hoy, sucedió uno de los mayores desastres ecológicos de Europa: el Prestige, un petrolero cargado con 77.033 toneladas de fuel, naufragó contra las costas gallegas. José Vilela, pescador de pulpo y marisco en Muxía desde hace 31 años, se enteró de la tragedia mientras vendía pescado con su padre. "El olor era insoportable, era como si el mar fuese una gasolinera", explica José, pero asegura que no se imaginaban el alcance que tendría esta catástrofe.
Olga Sendón, percebeira, vivía en O Coído, considerada la 'zona cero' del vertido: "Nos levamos de la cama y la primera impresión era que teníamos un escape de gas butano en casa. Después llegamos a la cocina y vimos que estaba todo perfecto", nos cuenta. Los pescadores tuvieron que cambiaron sus jornadas en el mar por la limpieza intensiva, aunque no tenían mascarillas, guantes ni medios para hacerlo. Recuerdan que el ánimo era agotador. "Mi marido estaba triste, no veía futuro, no sabíamos cómo ibamos a pasar las navidades", recuerda Olga, que cree que una tragedia así podría volver a ocurrir.
No xuizo ddo Alvia, un exalto cargo de Adif derivou una posible responsabilidade no descarrilamento do tren en Renfe. Hoxe declara o autor do proxecto modificado da vía entre Ourense e Santiago.
Seguen as queixas pola saturación nas urxencias de pediatría. Moits familias vense obrigdas a acudir ó hospital por falta de especialistas en atención primaria.
E teñan en conta se van viaxar en tren que hoxe hai unha nov convoctoria de folga en Renfe do sindicato CGT.
Deportes. O Celta queda fora do descenso no parón da liga polo mundial tras lograr un empate en Vallecas
Nova xornada do xuízo polo accidente do tren Alvia. Hoxe declarou o alto cargo de Adif, Alfonso Ochoa, quen sinalou que todo o relacionado con posibles erros humanos por parte do maquinista é cousa de Renfe.
A falta de pediatras en atención primaria é a caus do colapaso das urxencias pediátricas, segundo o BNG. A formación acusa o Partido Popular de querer quitar este servizo da atención primaria.
Un dos testemuños agardado no xuizo do Alvia comparece hoxe. Trátase do exdirector de operacións de Adif que fixo unha defensa da actuación do xestor de infraestructuras ferroviarias... culpou do descarrilamento ó maquinista... insistiu en que se freara catro segundos antes o tren non sufrirí o accidente que lle custou a vida a oitenta persoas. Dixo que se alguén máis tiña responsabilidade era Renfe prque tiña que ter avliado as consecuenicas dun descoito como o que tivo lugar
durante o amplo relato que fixo a preguntas do avogdo do Estado, a president do tribunal chegou a dicir que tanta explicción técnica podía confundir máis que axudar a esclarecer as responsabilidade.