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Decenas de personas han muerto en las últimas 24 horas en los intensos combates en Alepo entre fuerzas gubernamentales y los rebeldes islamistas por el control de esta ciudad siria. Así lo han asegurado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, una ONG con sede en Londres) y fuentes de ambos bandos citadas por la agencia Reuters.

Milicianos pertenecientes a la sala de operaciones "Fatah Alepo" (Conquista de Alepo), donde están incluidos varios grupos opositores, iniciaron la ofensiva en la que arrebataron a las autoridades sirias varios puntos del oeste de la localidad, según ha confirmado el activista Abdel Karim Leili a la agencia Efe. Este ataque de los rebeldes "es en respuesta a las masacres del régimen contra los civiles", ha destacado Leili.

La batalla por Alepo ha costado 300 vidas en dos semanas, la mayoría civiles. "Ni Al Asad, ni América, ni Rusia: nadie en el mundo conseguirá que entreguemos Alepo", gritos desde la zona rebelde. "Esta guerra no se acaba", advierte a Al Asad el jefe de la diplomacia estadounidense. Porque la oposición, augura Kerry, seguirá combatiéndole mientras siga en el poder. Roto el alto el fuego, se combate también a las puertas de Damasco.

Los cohetes siguen cayendo en los barrios de Alepo bajo control gubernamental. Según los primeros datos, han causado las muertes de tres miembros de una familia y varios heridos. Las autoridades locales atribuyen las acciones al Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. En el oeste de la ciudad hay enfrentamientos entre grupos rebeldes y el ejército, que arroja barriles explosivos desde helicópteros. También está bombardeando en la periferia de Damasco. Todo esto ocurre a pesar del alto el fuego vigente, y de que Rusia ha vuelto a afirmar hoy que el país se está estabilizando.

Sólo seis días después de que los bombardeos destruyeran este hospital de la zona rebelde de Alepo y mataran a su último pediatra, al que vemos con pijama verde, las bombas han caído sobre otro hospital. Esta vez en la zona controlada por el gobierno. Ha vuelto a morir gente y hay decenas de heridos, la mayoría mujeres y niños. Desde hace seis días la diplomacia ha elevado el tono en sus palabras y se ha movido más. Kerry ayer en Ginebra. Hoy en Moscú el mediador de la ONU con Lavrov. Y para mañana ya anuncian un encuentro en Berlín entre representantes de Francia, Alemania, Naciones Unidas y la oposición siria.

Uno de los problemas que más preocupa en Europa es el de los combatientes extranjeros en las filas del Estado Islámico. El riesgo para Occidente es cuando regresan a su país de origen. "Un ciudadano que vuelve, que utiliza los conocimientos en el adiestramiento armamentístico, ideológico, que lo utiliza con la finalidad de la perpetración de delitos". Interpol tiene fichados a unos 6.000 combatientes extranjeros en el Estado Islámico desde que comenzó la guerra en Siria, en 2011. Proceden de unos cien países. El que más yihadistas aporta es Túnez.

El CSNU examina este martes un proyecto de resolución para exigir el fin de los ataques contra hospitales en zonas de conflicto, especialmente en Siria, donde se ha registrado un nuevo bombardeo sobre un centro hospitalario, otra vez en Alepo, que ha causado al menos 3 muertos y una veintena de heridos. Cuesta creer que en Siria, durante todo el año pasado y en los primeros meses de 2016, cada semana ha sido atacada o bombardeada una estructura sanitaria apoyada por Médicos Sin Fronteras. Además, el personal y los centros de salud de esta organización han sido objetivos militares en Yemen, Sudán del Sur y Afganistán. Hablamos con José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras España.

Permiso a una televisión noruega para acercarse a la ciudad de Palmira, pero sin poner los pies en la ruinas antiguas. La ciudad moderna es otra ruina. El resultado de la conquista por el Estado Islámico y la reconquista por el gobierno. Palmira tenía cincuenta mil habitantes antes de la guerra, hoy apenas queda nadie. Vienen a recoger pertenencias y buscan refugio en otro lado. "Mataron cruelmente a muchas personas", cuenta este hombre. "Y no nos dejaban ir a la escuela" añade el niño, describiendo su vida bajo el autoproclamado Estado Islámico durante un año. Mientras la desolación y la huida marcan el día a día de los sirios, en Ginebra siguen las negociaciones de paz. El responsable de exteriores estadounidense se ha reunido con su homólogo saudí. Siria es, además de civil, una guerra entre dos potencias regionales: Irán, shií, que apoya al gobierno de Al-Assad, y Arabia Saudí, suní, que apoya a los rebeldes. La diplomacia busca una salida a un conflicto -en palabras de John kerry- en buena medida fuera de control. El mediador de la ONU ha pedido a los Estados Unidos y a Rusia un nuevo esfuerzo para ampliar el alto el fuego. Una tregua frágil que la semana pasada fracasó escandalosamente con el bombardeo a un hospital de Alepo. En los últimos diez días han muerto más de doscientos sirios.

Alepo, 27 de abril. Las cámaras de seguridad captan el momento en que las bombas caen sobre este hospital. 50 personas murieron en el ataque. 250 en los bombardeos de los últimos diez días: mujeres, niños, ancianos. Alepo es el principal campo de batalla de la guerra siria, y aquí la tregua es papel mojado. El alto el fuego apenas se sostiene en algunas zonas, como la periferia de Damasco: allí el ejército sirio promete 48 horas más de calma.

EE.UU. y Rusia han alcanzado un acuerdo de mínimos para una nueva tregua en Siria, que el régimen de Damasco y la oposición ya están respetando. El alto el fuego no incluye Alepo, la segunda ciudad del país, que sigue sufriendo intensos bombardeos. Desde finales de febrero cuando entro se alcanzó un primer alto el fuego han muerto al menos 2.400 personas.

Aviones de guerra y helicópteros militares, de origen desconocido, han bombardeado este sábado por noveno día consecutivo distintos barrios de la ciudad de Alepo, la mayor del norte de Siria, informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONG añadió que en los últimos ocho días, al menos 244 civiles, entre ellos 43 niños y 27 mujeres, han muerto por bombardeos del régimen sirio y de las facciones rebeldes en esa ciudad septentrional.

Apenas 24 horas después de la masacre de 27 personas en un hospital del este de Alepo, otro ataque aéreo ha alcanzado una clínica en la zona de la ciudad bajo control rebelde. Los civiles muertos en ocho días de fuego cruzado superan ya los 200. Damasco niega ser el autor de los ataques, pero entre los escombros de Alepo maldicen a Bachar al Asad.

Alepo ha sido bombardeada este viernes por octavo día consecutivo. En la última semana, una ola de violencia ha azotado esta localidad, a pesar de que sigue en vigor el alto el fuego iniciado en febrero. Han muerto más de 200 civiles. De ellos, al menos 27 han perdido la vida en un bombardeo de la aviación contra el hospital Al Quds, en el este de la ciudad. En él, ha perecido también el último pediatra que quedaba en el centro. A raíz de esto, nos preguntamos qué normas rigen en el derecho internacional humanitario en tiempos de guerra. José Luis Rodríguez Villasante, director del Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario de Cruz Roja.