Rusia comenzó hoy el repliegue del grueso del grupo aéreo que desplegó en septiembre pasado en la base siria de Jmeimim para combatir el terrorismo yihadista y apuntalar al entonces maltrecho régimen del líder sirio, Bachar al Asad. Tal y como ordenó este lunes el presidente ruso, Vladímir Putin, el primer grupo de aviones -un aparato de transporte Tu-154 y varios bombarderos Su-34- regresó hoy a Rusia.
Cinco años de guerra en Siria han dejado un país irreconocible con 12 millones de desplazados. La pujante economía de una sociedad con un buen nivel cultural ha desaparecido. Lo que queda es una pobreza absoluta y la destrucción de ciudades e infraestructuras. 360.000 muertos después, a los vivos solo les resta resistir entre el fuego de las fuerzas gubernamentales, el yihadismo integrista y los cientos de facciones en combate. Otra opción es irse. Muchos de ellos huyen del conflicto a través de Turquía.
De los 24 millones y medio de habitantes que había en Siria hace cinco años, la mitad ha tenido que abandonar su hogar en busca de un lugar seguro dentro de sus fronteras o en otros países. Dentro de Siria las cosas no son fáciles, hay millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, especialmente las que se encuentran en zonas asediadas o de difícil acceso. Más de seis millones han optado por abandonar Siria en un éxodo dramático porque se les están cerrando todas las fronteras. Muchos llegan a Grecia cruzando el Egeo en embarcaciones de goma, atestadas de personas. Decenas de voluntarios les esperan a pie de playa.
Cinco años de la guerra en Siria, cinco años desde que el régimen de Basar Al Assad reprimió, con todos los medios que tiene un régimen absolutista, las primeras protestas surgidas en un suburbio al sur de Damasco. Cinco años después, Siria ha retrocedido varias décadas y ha visto cómo su población quedaba diezmada por las decenas de miles de muertos y por los casi cinco millones de personas que han podido refugiarse en otros países. Un triste aniversario que pasa desapercibido en Damasco después de tanto sufrimiento. La guerra en Siria es una guerra civil, pero hay mucho más en juego, los intereses de las potencias regionales, de Irán, de Araba Saudí y Turquía que luchan por mantener su influencia en la zona, y el interés de las potencias internacionales, de Estados Unidos y Rusia. Con este escenario, Naciones Unidas espera que la decisión de Moscú de replegar a sus fuerzas militares tenga un impacto positivo en las conversaciones de paz de Ginebra que se reanudaron este lunes (15/03/16).
"Creo que la tarea que nuestras Fuerzas Armadas y el ministerio de Defensa tenían por delante se ha cumplido totalmente, por eso ordeno al ministro de Defensa que desde mañana comience el repliegue del grueso de nuestras fuerzas de Siria", ha declarado Putin en una reunión con responsables de Defensa y Exteriores difundida por los medios rusos.
La retirada será paulatina y afectará a la mayor parte, aunque no a todas las tropas rusas que están desplegadas en territorio sirio, dado que Moscú mantendrá una relevante capacidad operativa mediante su base de Latakia, en la costa mediterránea del país asiático.
Alfredo Menéndez presenta Las mañanas de RNE desde el campo de refugiados de Idomeni, en la frontera de Grecia y Macedonia
Fran Sevilla, desde Damasco (Siria); Cristina Sánchez, desde Lesbos (Grecia); Paco Forjas, desde Al Zaatari (Jordania); y Juan Tato desde Ginebra (Suiza), completan el despliegue de los Servicios Informativos
Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria(IECAH), subraya que tanto la guerra de Siria como la crisis de los refugiados no tienen fácil solución. "Frente a ese drama humanitario no hay voluntad política para cumplir una obligación internacional. No olvidemos nunca que estamos hablando de dejación de responsabilidades. Los 28 países de la UE han firmado la convención del Estatuto de Refugiados de 1951 que determina obligación de asistir y proteger a toda persona que trata de poner a salvo su vida escapando de un conflicto. Esa obligación no se está cumpliendo", explica (15/03/16).
Este 15 de marzo se cumplen cinco años del inicio de la guerra de Siria. Un conflicto que se ha cobrado la vida de más de 300.000 personas y el desplazamiento de más de la mitad de la población del país. Con este telón de fondo, la ONU busca una vía para la paz en Ginebra y confía en que la frágil tregua decretada hace dos semanas se mantenga en pie. Una esperanza que también comparte Rusia, de ahí que haya empezado la retirada de sus tropas en Siria (15/03/16).
David Zorrakino, de la ONG Lighthouse, nos cuenta su experiencia como voluntario en el campo de Idomeni tras prestar su ayuda en Lesbos. "Es una situación insalubre, insostenible, inaguantable. Lo que intentamos es cubrir necesidades, unas necesidades que son pequeñas gotas dentro de todo este charco enorme que parece innavegable e inabarcable", relata (15/03/16).
Una de las puertas de entrada de los cerca de cinco millones de refugiados sirios es la isla de Lesbos (Grecia), donde cada día llegan casi 1000 personas, que tienen que esperar más de una semana para viajar al continente, según alertan las organizaciones humanitarias. La enviada especial de RNE Cristina Sánchez describe la situación (15/03/16).
Este martes se cumplen cinco años de guerra civil en Siria. Estalló cuando el régimen reprimió con violencia las protestas contra el presidente Bashar Al Assad, que se iniciaron en el sur del país. Años después, en el conflicto se han involucrado grupos terroristas como el Daesh y varios paíes que los combaten con bombardeos. El último informe de Unicef habla de un país destruido en el que uno de cada tres niños no sabe qué es vivir en paz. Fran Sevilla, enviado especial de RNE a Damasco, describe la situación (14/03/16).
Nuestro compañero de REEGuillaume Bontoux nos acerca historias de algunos refugiados en Idomeni, como un estudiante irakí de 28 años que tuvo que huir cuando destruyeron su casa. Ahora vive en el campamento bajo la lluvia, sin saber lo que le depara el futuro (15/03/16).
Pese a que la situación humanitaria es catastrófica en distintas partes del país tras cinco años de contienda que han causado 300.000 muertos, es especialmente grave en las áreas cercadas, donde la ONU calcula que hay unas 400.000 personas atrapadas.
Los refugiados sirios también huyen a los países vecinos. Uno de ellos es Jordania, donde está el segundo campo de refugiados más grande del mundo, el de Zaatari, en el que viven más de 80.000 personas. Nos cuenta su realidad Paco Forjas (15/03/16).
Este martes se cumplen cinco años de guerra civil en Siria. Estalló cuando el régimen reprimió con violencia las protestas contra el presidente Bashar Al Assad, que se iniciaron en el sur del país. Años después, en el conflicto se han involucrado grupos terroristas como el Daesh y vairos países, que los combaten con bombardeos. Los refugiados sirios huyen a Jordania y hacia Europa. Allí, casi mil personas tienen que esperar más de una semana para viajar al continente, según alertan las organizaciones humanitarias. La esperanza de los millones de sirios que sufren la guerra está en la ciudad suiza de Ginebra, donde desde este lunes se han reanudado las negociaicones de paz. Sobre la mesa, el inicio de una transición política en el país que acabe con unas elecciones libres. Desde la ONU reconocen que las conversaciones se encuentran aún en una frágil fase inicial (15/03/16).
Miguel Ángel Ramón Tous, cooperante de Médicos del Mundo, relata la desesperación en la que viven los refugiados atraprados en el campo de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia. "La población del campo, más o menos el 40%, son menores de edad. Las personas que en Siria vivían padeciendo una diabetes o una hipertensión y que aquí, después de varias semanas de no recibir el tratamiento adecuado, llegan en una situación totalmente descompensada", explica (15/03/16).