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El primer ministro británico, David Cameron, se ha esforzado en el Parlamento británico en diferenciar esta eventual intervención de la que se llevó a cabo en Irak hace diez años.

El primer ministro británico, David Cameron, ha dicho en el Parlamento que una intervención militar en Siria no supondría, a diferencia de Irak, "una invasión, ni tomar partido", sino una respuesta al "horrendo" uso de armas químicas.

Dos años y medio de guerra, más de 100.000 muertos y millones de refugiados. Motivos para intervenir no han faltado, pero solo la famosa línea roja marcada por Obama sobre el uso de armas químicas parece llevar a la acción.

Las tradicionales potencias occidentales, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, siguen debatiendo sobre qué tipo de intervención llevar a cabo en Siria.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que aún "no ha tomado una decisión" acerca de un posible ataque a Siria en una entrevista a la cadena pública PBS.

Los analistas han señalado que las repercusiones de la subida del petróleo se pueden sobrellevar en el corto plazo pero si el conflicto se prolongara, la onda expansiva sería mayor. Por otra parte, también han recordado que el conflicto en Siria no es la única razón de la caída de los mercados, ya que subyacen otros factores como la crisis política en Italia, la elecciones en Alemania o la posibilidad de que la Reserva Federal de EE.UU. ponga fin a su política monetaria expansiva.

Reino Unido ha asegurado que no habrá intervención en Siria hasta conocer el informe de la ONU. En el Consejo de Seguridad del organismo ha concluido sin avances una reunión sobre la crisis en el país árabe.

El conflicto en Siria y la posibilidad de que se produzca una intervención militar está provocando la subida de los precios del petróleo y del oro; y también está sacudiendo los mercados de renta variable.

Entrevistamos a Soledad Pellón, estratega de mercados de IEG