Reportaje sobre la matanza de los abogados de Atocha, el 24 de enero de 1977. Hablan sus supervivientes, Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz. El reportaje lo elaboró y emitió RNE en el año 2002, con motivo del 25 aniversario de lo ocurrido, y fue galadordonado en los Premios Ondas. Dirigido por Rafael Bermejo. Realización: Javier Monterde López.
Vamos ahora a dar un salto en el tiempo, y nos vamos a ir hasta el 6 de diciembre de 1978. El vídeo todavía no se utilizaba en TVE y no se conserva el Telediario de aquel día histórico, pero nos hemos atrevido a reconstruirlo. Se votó el referendum, pero pasaron más cosas.
Cuando se redactó la Constitución, España era un país de emigrantes y apenas tenía inmigración. El siglo XX cambió el ciclo, con un gran crecimiento demográfico por la llegada masiva de extranjeros. La crisis puso freno a la inmigración, pero el rostro del país ya era otro.
En la actualidad hay cerca de 7 millones de extranjeros en España pero, 40 años después, las referencias de la Constitución a la inmigración suenan insuficientes.
La Constitución de 1978 planteó una alta descentralización a dos velocidades pero dejó abierto el modelo, lo que ha generado disfuncionalidades. Uno de los conflictos ha sido el de la distribución de competencias entre Estado y Comunidades Autónomas.
RNE entrevista a Nicolás Sartorius, abogado, ensayista, y un hombre que como político participó en las negociaciones de la Transición. Sartorius acaba de publicar La manipulación del lenguaje, un breve diccionario de los engaños.
En esta entrevista de Carlos Núñez repasa, entre otras cuestiones, la importancia de la Constitución de 1978, de cuya aprobación se cumplen 40 años.
Cuando se cumplen 40 años de la Constitución Española, el debate sobre su vigencia está abierto: ¿Es necesaria una reforma para adaptarse a una realidad diferente a la de 1978, y, sobre todo, para darle un horizonte de futuro amplio?
La Constitución de 1978 ha permitido el periodo más largo de democracia en la historia de nuestro país gracias al amplio consenso político y social con el que nació. La plena conciencia de un pasado trágico, estigmatizado por la guerra fratricida y la dictadura, y por la lamentable historia del constitucionalismo español, incapaz de consolidar un proyecto político común, presidió la actitud de los protagonistas de la transición conscientes de no repetir los errores del pasado.
El deseo de democracia y libertad prevaleció entre el final de la dictadura y los efectos de una grave crisis económica, reflejo de la crisis mundial del petróleo de 1973, que nuestro país no atendió a tiempo más preocupado por el ocaso del dictador. El consenso fue la fórmula para superar la difícil situación.
La Constitución consagra un estado social de derecho, pero esa garantía se ha visto amenazada por la crisis que golpea a la sociedad durante los últimos tiempos. La población observa cómo se ven afectados derechos básicos; la sanidad, la educación o el trabajo, han sufrido recortes que impactan sobre la vida de los ciudadanos.
Mientras que el bien público y la libertad se perciben sometidos frente al poder económico, las instituciones se deterioran en un clima de desconfianza general alentado por la corrupción. Además, el embate independentista y la reciente fragmentación política, nos colocan ante un escenario nuevo.
La aplicación del 155, con medidas extraordinarias para garantizar el orden constitucional, nos ha llevado a un nuevo límite. Por su parte, la estabilidad parlamentaria se ve afectada por la entrada de nuevos partidos que cambian el equilibrio de fuerzas.
Y en medio, la mirada hacia la Constitución, que es garantía del sistema democrático, se hace inevitable: ¿Cuáles son los límites y el dibujo que debe tener nuestra Carta Magna?, protección de nuevos derechos, definición territorial, garantías de gobernabilidad, modelo parlamentario…
José Luis García del Pozo aborda en Documentos RNE este candente debate junto con destacados constitucionalistas y catedráticos. Se analizan las diferentes posiciones ante la posible reforma, desde las más activas hasta las que creen que el texto es válido tal como está.
Además, José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero de Miñón y Miquel Roca, padres de la Constitución valoran su vigencia y destacan el valor del consenso, necesario para que haya cumplido 40 años y necesario, también, para que mantenga una larga vida.
Hace 40 años, los españoles votaron mayoritariamente a favor de la Constitución, aunque para muchos era una gran desconocida. Cuatro décadas después, nos preguntamos si volverían a votar igual. Según el CIS, el 70% de españoles creen que habría que reformarla.
La Constitución de 1978 puso fin a las Fuerzas Armadas franquistas. Renuente a la democracia y al sistema de partidos, la mayor parte de la cúpula militar del momento había combatido en el bando insurgente contra la II República en la Guerra Civil, lo que provocó el ruido de sables durante la Transición
Xosé Manuel Núñez Seixas, catedrático de Historia Contemporánea especializado en el estudio comparado de los nacionalismos europeos y en estudios migratorios, es el director y responsable de un libro que aporta un enfoque diferente al habitual a la historia de España. Se titula Historia mundial de España,editado por Destino.
Lo encabeza el profesor Núñez Seixas con la cita del historiador británico Christopher Alan Bayly, que fue especialista en historia británica imperial, india y global, "todos los historiadores son hoy historiadores universales, aunque muchos todavía no se han dado cuenta". Parece una paradoja, aunque en realidad refleja el espíritu del conjunto de voces que han contribuido a definir el libro.
Una misión arqueológica egipcia ha descubierto siete tumbas pertenecientes a diferentes épocas faraónicas en el complejo funerario de Saqqara, situado al sur de El Cairo, que contienen decenas de momias de gatos junto a otras estatuas de madera.
Hace ahora 100 años, dos trenes atravesaron la ciudad francesa de Compiègne, devastada por las bombas, y se detuvieron en un bosque cercano. Allí, en el vagón que el mariscal francés Ferdinand Foch, comandante supremo de los aliados utilizaba como despacho móvil, nueve hombres firmaban a las 5:20 de la madrugada, el último y definitivo armisticio que ponía punto final a la Primera Guerra Mundial y que sellaba la derrota del Imperio alemán.