Una vez más en el centro de la polémica por su política migratoria, Trump ha redoblado su defensa de la separación de los niños inmigrantes que llegan desde México a Estados Unidos. "Cuando procesas a los padres por entrar en el país ilegalmente, hay que apartar a los niños", ha señalado en un evento ante empresarios en Washington.
Los vídeos de menores enjaulados y los audios de la angustia de los niños han provocado un aluvión de críticas en Estados Unidos y en la comunidad internacional al plan de "tolerancia cero" contra la inmigración irregular. También la Cámara de Comercio de EE.UU., uno de los lobbies (grupos de presión) más poderosos del país, ha urgido a su Adminstración a detener la separación de familias.
El presidente, que ha reunido a los republicanos -muchos de ellos contrarios a su política-, para abordar la política migratoria, ha pedido "recursos legales" al Congreso para poder expulsar "a las familias enteras" y ha vuelto a acusar a los demócratas de favorecer que la inmigración ilegal "infeste" al país.