El IPC cierra marzo en el 3,3% con la alimentación disparada, pese a que la caída de los precios de la energía en moderó la inflación desde el 6% de febrero, 2,7 puntos menos, su cifra más baja desde agosto de 2021. Si comparamos marzo de 2022, mes en el que comenzó la guerra en Ucrania, con marzo de 2023, el gas, la electricidad y los combustibles han bajado de niveles pocas veces vistos. Pero esto no significa que los precios estén cayendo. En tan solo un mes, de febrero a marzo, se han encarecido un 0,4%. Y es que los alimentos no dan tregua, y la inflación subyacente, la que no recoge energía ni alimentos frescos, acumula cuatro meses por encima del 7%. En marzo, apenas cayó una décima, y sigue estancada en el 7,5%. En un año, los alimentos se han encarecido un 16,5%, suben tanto los frescos como los elaborados. De nuevo, entre los que más han subido en estos 12 meses, están el azúcar, aceite de oliva, leche y huevos. Y por el efecto Semana Santa, también se han encarecido los paquetes turísticos.