El pulso de Lukashenko a Europa está subiendo de intensidad. Las entradas de migrantes llevan meses en marcha, pero no con esta dimensión. Desde Polonia ven la mano de Rusia detrás de ese pulso. Dicen que busca desestabilizar Europa. Moscú es el gran aliado de Lukashenko. Y hoy mismo ha habido conversaciones con Putin.
El Kremlin apenas comenta la conversación telefónica entre Putin y Lukashenko. Solo dice que observan muy de cerca y con preocupación la crisis en la frontera con Polonia. Bielorrusia va más allá y asegura que en la conversación han criticado las duras acciones polacas contra los refugiados. Recordemos que Lukashenko está aislado internacionalmente desde la represión de las protestas por el fraude electoral del año pasado. Y que eso le hace cada vez más dependiente de Putin, su único aliado. Según Polonia es Rusia quien mueve los hilos en la ex república soviética para desestabilizar a la Unión Europea con una avalancha de refugiados.
La Unión Europea ha suspendido un acuerdo que facilita los visados para los funcionarios del régimen de Alexander Lukashenko, y estudia ya sancionar a las compañías aéreas que están colaborando en el traslado de inmigrantes a la frontera bielorrusa. Le exigen a Lukasehnko que frene la presión en esa frontera con Polonia, y deje de poner en riesgo la vida de personas con fines políticos, mientras preparar ayuda civil y humanitaria. El vicepresidente Margaritis Schinas viajará en los próximos días a los países de origen y de tránsito de los inmigrantes para tratar de evitar que desde allí sigan saliendo personas engañadas. Reacción también a esta escalada de la OTAN, su secretario general, Jens Stoltenberg, ha calificado de "inaceptable" el "ataque híbrido" desde Minsk.
Foto: EFE/EPA/LEONID SCHEGLOV.