La batalla de Mosúl ha dejado una ciudad liberada y un reguero de muertos. Pero muchos yihadistas lograron salir de aquí con vida y ahora podrían volver a sus países de origen.
Es el gran temor en las calles de Marruecos. Según el Gobierno, más de 1.600 marroquíes se han unido al Estado Islámico en Siria e Irak.