La de Ángel Carromero es la primera dimisión que se cobra la trama del presunto espionaje a Isabel Díaz Ayuso. Génova, a través del Ayuntamiento de Madrid, habría intentado contratar a un detective para investigar a la familia de la presidenta madrileña y, para respaldar esta versión, fuentes cercanas a ella han filtrado audios donde se escucha al investigador privado decir que le contactaron desde el PP.
Su objetivo era probar que el hermano de Ayuso había cobrado 280.000 euros en comisiones por un contrato de 1,5 millones. Lo hizo la Comunidad de Madrid en plena pandemia para comprar mascarillas a una empresa agrícola y textil con la que su hermano tenía relación. La dirección nacional del PP niega el espionaje, se desvincula de la dimisión de Ángel Carromero y de lo que haya hecho o no el Ayuntamiento de Madrid.
Mientras, los partidos de la oposición en la Asamblea de Madrid piden una comisión de investigación por las presuntas irregularidades en la concesión de contratos. El PSOE va más allá y lo llevará a la Fiscalía.