El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este miércoles laformación de un gobierno de emergencia, miembro de la oposición, exministro de Defensa y exjefe del Estado Mayor del Ejército, para enfrentar la guerra iniciada contra Hamás.
Los intensos bombardeos sobre la Franja de Gaza continúan después de que Israel anunciara una ofensiva sin precedentes, que hasta ahora ha sido por aire. Sin embargo, la llegada de los 300.000 reservistas llamados a filas hace pensar en una próxima incursión por tierra. Mientras tanto, sigue el bloqueo, con cortes de agua, luz y todo tipo de suministros.
La Comisión Europea pide a Meta y a X que extremen la vigilancia contra la desinformación en la guerra entre Israel y Hamás. En el informativo 24 horas de RNE, Isabel Pérez, doctora en Información y Comunicación de la Universidad de Zaragoza y periodista especializada en Palestina e Israel, asegura que hay fuentes oficiales "tanto en Israel como en la Franja de Gaza que tenemos que creer lo que nos dicen en cierto modo". Pérez advierte que "las redes sociales, en especial X, son un caldo de cultivo para la propaganda y la desinformación en estas situaciones"
La periodista mantiene contactos con el interior de Gaza pero hace doce horas que tuvo el útlimo mensaje desde la Franja y "era de miedo y de pensar que si mantienen la casa será un milagro", confiesa.
Hablamos ya de guerra abierta entre Israel y Hamás después de la incursión de miles de milicianos en territorio israelí.
Un ataque en el que la sorpresa y la gran violencia han despertado un enfrentamiento que comenzó incluso antes de la creación del estado de Israel en 1948, en territorios que también reclama el pueblo palestino.
Todos recordarán este 9 de octubre como un antes y un después. Más de mil israelíes han muerto y las milicias de Hamás han secuestrado a más de 150 rehenes a los que amenazan con matar si no hay liberación de prisioneros palestinos o si continúan los bombardeos sobre la ya asfixiada franja de Gaza.
El periodista de RTVE, Javier Gutierrez y corresponsal durante varios años en la zona, nos explica cómo ha llegado tan lejos el asalto a una de las potencias militares más fuertes del mundo, la posible implicación de terceros países, en qué lugar queda el primer ministro Benjamín Netanyahu o las consecuencias internacionales de una escalada a partir de la cual "nada será como antes"
El ataque sorpresa de Hamás contra Israel y la escalada del conflicto han obligado a la mayoría de países y a muchas organizaciones a alinearse con un bando u otro. La Liga Árabe ya ha instado al cese de la violencia entre las partes y ha decidido reunir de urgencia a sus 22 ministros de Exteriores para abordar una respuesta coordinada. Pero, ¿qué se mueve en la Liga Árabe? ¿Apoyan a Gaza o a Israel?
Históricamente, el apoyo a la causa palestina ha sido uno de los consensos fundacionales de la organización. Sin embargo, en los últimos años algunos estados miembros han acercado posiciones con Israel. Este cambio de actitud ha generado tensiones en una organización cuya utilidad es cuestionada por su incapacidad de contribuir a la resolución de conflictos como este y otros como el de Siria, Yemen o Libia.
Más de 200 españoles conseguían salir anoche del aeropuerto de Tel Aviv, en un avión fletado por el gobierno. Sienten alivio.
Les han recibido con aplausos. Un viaje de más de 12 horas hasta casa, en Valencia. Estaban de peregrinación cuando estalló la guerra.
Esta tarde llega un segundo avión del Ejército con españoles, pero solo se evacúa a los que estaban de turismo o de viaje de negocios. Algunos estudiantes españoles hoy nos contaban que están buscando vuelos por su cuenta.
Hay otros que viven en Israel y deciden quedarse porque allí está su casa, aunque, cuentan, hay miedo.
Entre 200 y 300 españoles viven en la Franja de Gaza. Esperan su evacuación, como se hizo en otras ocasiones, pero por ahora no tienen noticias.
Cada uno de los elementos de la defensa israelí cayeron en cuestión de minutos como piezas de dominó. Unos 1.500 milicianos de Hamás burlaron el sábado al amanecer el que estaba considerado uno de los sistemas de seguridad más avanzados del mundo.
140.000 toneladas de hierro, acero y cemento forman la valla inteligente que separa ambos territorios y que está equipada con torres de control cada 150 metros, cámaras y sensores.
Primero bombardearon las torres con drones anulando el sistema de vigilancia.
Entonces lanzaron por aire cientos de misiles y un grupo de milicianos cruzó con parapentes y ala deltas. Después volaron la valla con explosivos y a través de esos huecos entraron en moto mientras varias excavadoras ampliaban esos agujeros para que pudiesen pasar vehículos más pesados.
Así alcanzaron hasta cuatro bases militares y secuestraron, hirieron o mataron a la mayoría de los oficiales, lo que impidió una respuesta coordinada rápida desde Tel Aviv.
La operación estaba perfectamente organizada, pero el exceso de confianza en la valla, que hizo que hubiese pocos soldados desplegados físicamente en la frontera, también ayudó a su éxito.
Israel asegura que abrirá una investigación para saber cómo Hamás, muy inferior militarmente a ellos, consiguió lo que parecía imposible.
En el Paso de Rafah, frontera con Egipto, las bombas israelíes han obligado a cerrar la única salida de la Franja de Gaza por el sur. Al norte, esperan los tanques.
Ascalón, de 230.000 habitantes, está hoy desierta, la mayoría de la población se ha marchado. Los que se quedan solo salen si es imprescindible. Es habitual que las que salgan durante se tengan que refugiar en un bunker. Así es el día a día ahora en Ashkelon.
Israel dice que los últimos ataques sobre Gaza, unos 300, se han centrado en objetivos de Hamás y la Yihad islámica, como cámaras de vigilancia, túneles y un centro donde supuestamente se fabricaba y almacenaba armamento. Sobre el terreno, voluntarios y vecinos de la Franja ayudan a los servicios de rescate para encontrar supervivientes bajo las ruinas.
"No podemos poner en el mismo plano a una organización yihadista que a un Estado que se defiende", ha señalado en Las Mañanas de RNE el vicesecretario del Partido Popular, Borja Sémper, que considera que “la respuesta de Israel no debe ser proporcional” al ataque perpetrado por la organización Hamás. Acusa a los partidos de la coalición progresista de estar teniendo una “política relativista con el papel de Hamás”, así como de “mezclar conceptos” entre Hamás, Palestina y la Franja de Gaza.
Sémper cree que estamos en un momento en el que “podemos acabar normalizando cosas que no lo son”, haciendo referencia a la amnistía de los políticos catalanes, e insiste en que su aplicación “solamente favorece a Pedro Sánchez, pero no a España”.