El astillero de Cheongjin, al noroeste de Corea del Norte, ha sido el escenario de un nuevo "grave" incidente de un buque de guerra, como ha confirmado los servicios de inteligencia de Corea del Sur y de Estados Unidos.
Ha ocurrido en la ceremonia de su inauguración con la presencia del líder norcoreano, Kim Jong-un, y su hija, Kim Ju-ae. Un fallo en la plataforma de lanzamiento lateral ha provocado daños estructurales en el nuevo destructor. Kim lo ha calificado como "acto criminal que no puede ser tolerado" y lo ha atribuido a "pura negligencia, irresponsabilidad y empirismo anticientífico".
Kim ha responsabilizado a organismos como el Departamento de Industria de Municiones y ha dicho que los responsables deberán rendir cuentas en la próxima reunión del Comité Central del Partido.
Yang Uk, experto en armas militares de Corea del Sur, explica que supone "que este incidente ha ocurrido porque Corea del Norte carece de experiencia en el lanzamiento de grandes buques de esta escala al utilizar métodos de lanzamiento lateral".
No es la primera vez que esto ocurre. Hace tan solo un mes también falló otro buque de guerra, Choe Hyon, con las mismas características que el presentado. Su peso es de 5.000 toneladas y capacidad para lanzar misiles de largo alcance. Lo que llama la atención es que Corea del Norte haya reconocido este fallo en el arsenal militar norcoreano.