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El Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA), integrado por 12 países, ha alertado este viernes de un "clima de miedo" en Nicaragua y dijo haber observado un aumento de las detenciones entre quienes protestan contra el presidente nicaragüense, Daniel Ortega. El embajador de Chile ante la OEA, Hernán Salinas, presentó hoy durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente el último informe del Grupo de Trabajo, creado el 2 de agosto y compuesto por 12 países: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, México, Panamá y Perú. El reporte concluye que, "si bien se ha contenido la represión violenta de los meses de verano, prevalece un clima de miedo" en Nicaragua debido a que "los informes de detención y victimización están en aumento, al igual que los actos continuos de represión e intimidación". Las protestas contra Ortega estallaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide su renuncia tras once años en el poder. Los choques entre manifestantes y simpatizantes de Ortega provocaron una gran cantidad de víctimas mortales al comienzo de las protestas, una violencia que se incrementó en verano debido a la "Operación Limpieza" del Ejecutivo para eliminar las barricadas en bastiones opositores, como la ciudad de Masaya (oeste). Posteriormente, el Gobierno persiguió judicialmente a quienes considera instigadores de un intento de "golpe de Estado" y prohibió las manifestaciones convocadas sin permiso de las autoridades.

Las advertencias de EE.UU., México y Guatemala no han frenado la migración de miles de hondureños, que en número de 3.000, según las Naciones Unidas, iniciaron hace una semana una caravana hacia suelo estadounidense. Huyen de la miseria y de la violencia, que les condenan a un futuro inexistente o a la muerte. Muchos de ellos se concentran en la localidad de Aguascalientes. El primer flujo de migrantes salió el pasado día 13 desde San Pedro Sula por el punto fronterizo aduanero con Guatemala de Agua Caliente, donde toda esta semana han seguido cruzando, con un riguroso control, hombres, mujeres y niños, en un drama que ha acrecentado la separación de la familia hondureña. Una avanzada de esa caravana llegó el jueves a México, donde el Gobierno informó que ya ha comenzado a recibir solicitudes de refugio.

El miércoles, centenares de migrantes abandonaron su país por una nueva ruta, la de El Amatillo, fronteriza con El Salvador, cuyas autoridades habían registrado hasta el jueves 1.235, aunque sin la certeza de que todos iban con la intención de alcanzar a los de la caravana que salieron el sábado pasado. La migración masiva pasó al plano político desde que Tegucigalpa y Washington acusaron a sectores políticos de promoverla, aunque migrantes consultados por Efe en Agua Caliente aseguran que lo hacen por cuenta propia.

Las amenazas de Washington a Honduras y las advertencias de México a los migrantes no han frenado la salida masiva de hondureños en los siete días que han transcurrido desde que salió la caravana desde San Pedro Sula. La situación migratoria sigue siendo impredecible y hay quienes no descartan que nuevas caravanas masivas estén por darse en estos días en el país centroamericano. El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien ha sido blanco de duras críticas por parte de muchos migrantes en Agua Caliente y sectores políticos de oposición, ha dicho que "esta movilización irregular fue organizada con fines políticos".

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Amnistía Internacional denuncia que el gobierno nicaragüense de Daniel Ortega ha cometido graves delitos contra los derechos humanos y ha sembrado una oleada de represión policial como respuesta a las manifestaciones civiles. Desde que comenzaron las protestas, hace seis meses, han muerto 322 personas, hay miles de heridos y unos 20.000 nicaraguenses han huído del país. El informe "Sembrando el terror" recoge también casos de torturas, ejecuciones extrajudiciales y detenciones arbitrarias. Aministía Internacional denuncia además el uso de armamento militar contra la población y la coordinación de la policía con grupos parapoliciales.

Amnistía Internacional ha presentado en Madrid un informe sobre la situación en Nicaragua en el que se denuncia la situación de los derechos humanos en el país y la persecución que están sufriendo los que protestan en la calle. El informe se titula "Sembrando el terror" y según Amnistía Internacional se han producido graves delitos del gobierno nicaragüense sobre los ciudadanos, con una fuerte oleada de represión policial contra los manifestantes políticos. Según este informe, el Ejecutivo de Daniel Ortega ha llamado "terrorista" a todo manifestante opositor, ha matado, torturado y posiblemente cometido ejecuciones extrajudiciales por parte de la policía.

Vilma Núñez, abogada y activista por los derechos humanos en Nicaragua, afirma en una entrevista en el canal 24 horas que la represión policial en Nicaragua se debe a que "Ortega quiere perpetuarse en el poder al coste que sea" y rechaza cualquier forma de solución que se le han presentado, incluyendo la desactivación de las vías de diálogo que él mismo abrió.

Núñez alerta del peligro de una "crisis humanitaria" por la salida masiva de nicaragüenses del país en busca de refugio, así como una "confrontación militar". "Ortega quiere llevar la lucha cívica a una guerra civil porque es el terreno en el que él se sabe manejar".

La principal demanda ahora de los manifestantes nicaragüenses es que pare la represión policial y desarme a los grupos paramilitares "que circulan impunemente por las calles sembrando el terror, encapuchados y apresando a jóvenes, hostigando a sus familiares en sus hogares sin respetar la edad –muchos ancianos han sido encarcelados-", explica Núñez, así como la  "represión selectiva” en contra de periodistas y activistas.

El mallorquín Toni Catany es uno de los máximos exponentes españoles de la fotografía contemporánea. Trotamundos incansable, murió en 2013 cuando planeaba un viaje a México, donde ahora se expone por primera vez su obra. La muestra "Cuando ir era volver" podrá verse en el Centro Cultural de España en México hasta el 9 de diciembre.