Son muchos los que se embarcaron en la caravana de la noche a la mañana, sin pensarlo demasiado y sin medir sus fuerzas. Rafael y Dalia viajan con su bebé de un año. Su imagen cruzando el puente fronterizo con Guatemala entre gases lacrimógenos dio la vuelta al mundo. Después de tantos sacrificios no es fácil tomar la decisión de volver. Algunos se entregan directamente a inmigración para que los repatríe. Otros desandan el camino por su cuenta, incluso volviendo a cruzar el río por el que entraron clandestinamente a México, aunque ahora en sentido inverso.
Para ellos no ha podido ser esta vez, pero aseguran que lo volverán a intentar.