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Para protestar cotra Bolsonaro y para llamar la atención a todo el mundo sobre la devastación del Amazonas, a lo largo del día se concentran distintas plataformas por el medio ambiente frente a las embajadas de Brasil. Informa Sara Alonso.

En la agenda del G7 se ha colado un tema que ha desatado la furia del presidente de Brasil, Jair BolsonaroEmmanuel Macron,  ha decidido hablar de los incendios que están arrasando el Amazonas y por ello, Francia ha decidido no apoyar el acuerdo con Mercosur.

Enrique Segovia, director de conservación de WWF, ha estado en '24 horas' hablando sobre la situación que vive el Amazonas con los incendios: "Es la mayor cuenca hidrográfica del planeta, suministra el 20% del agua dulce. Es clave para regular el clima y los niveles de C02. Y alberga el 20% de los animales y plantas que conocemos".

Además, ha señalado un culpable: "Bolsonaro transmite una sensación de impunidad a los grandes hacendados: podemos quemar y no pasa nada".

El movimiento Juventudes por el Clima ha llamado a protestar ante las embajadas de Brasil en todo el mundo para exigir al presidente de Jair Bolsonaro que tome medidas contra los miles de incendios que están asolando desde hace casi tres semanas la selva amazónica: el principal pulmón del planeta. Las organizaciones ecologistas no tienen duda: todo responde a la permisividad del nuevo gobierno brasileño con las quemas de superficie forestal para ampliar la destinada a la ganadería y al cultivo de, entre otros productos, soja.

Los incendios en la Amazonía brasileña han quemado en los últimos meses miles de kilómetros cuadrados de selva, un fuego que se ha intensificado en estos días y que el Gobierno no puede frenar. La polémica ahora ronda sobre el apoyo de Jair Bolsonaro a las empresas que quieren aprovechar el territorio amazónico frente a los que piden mantener intacto el pulmón del planeta. Sara Alonso nos acerca la situación que se vive hoy en el territorio y Fabio Lopez da Silva de la Fundación Vitóric Amazónica desde Manaos nos cuenta contexto y razones de esta oleada de incendios.

Hoy vamos a pensar en Brasil y en cómo esa Amazonía se ve afectada por estos incendios que han quemado miles de hectáreas. Hablamos con Fabiano Lopez da Silva, de la Fundación Vitória Amazónica que nos analiza desde Manaos lo que está ocurriendo. Y como estamos muy pendientes del clima, también vamos a preguntar al oceanógrafo Carlos Duarte por qué el Ártico pierde hielo a una velocidad nunca vista y cómo nos va a afectar en los próximos años. Y por supuesto, no vamos a dejar de meternos en la tormenta política italiana, hoy que todos los partidos han pasado a ver al presidente de la República que ahora tiene que proponer una solución.

Otro lugar que está siendo duramente castigado por el fuego es la selva del Amazonas. En lo que va de año se han contabilizado más de 40 mil incendios. El principal recurso natural del planeta tierra para luchar contra el cambio climático se quema y muchos señalan a la deforestación como una de las causas Mientras.el presidente brasileñ acusa a las ONGS de provocar las llamas.

La tala indiscriminada no es el único peligro que amenaza la selva amazónica, en Brasil, uno de los pulmones del planeta. Los incendios han alcanzado un récord en lo que va de año, según datos oficiales: entre enero y las tres primeras semanas de agosto se han registrado 71.497 incendios forestales en todo Brasil, el mayor número en siete años, algo más de la mitad de ellos en la Amazonía.

El número de incendios es un 83% superior al del mismo período de 2018, según los datos divulgados por el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, en sus siglas en portugués), y recogidos por Efe. El INPE contabiliza los incendios con la ayuda de imágenes de satélite.

Según los cálculos del organismo, 38.228 de estos incendios (el 52,5%) se detectaron en estados de la Amazonía. 

La organización no gubernamental Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam, en sus siglas en portugués), asocia el aumento de incendios a la deforestación promovida por los terratenientes, así como a los incendios incontrolados de ganadores y agricultores para desbrozar tramos de selva.

Willian Augusto da Silva, de 20 años y con antecedentes criminales, ha sido abatido en la ciudad brasileña de Río de Janeiro por el disparo de un francotirador de la policía tras secuestrar un autobús que transportaba 37 pasajeros entre el municipio de Sao Gonçalo, en la región metropolitana de Río de Janeiro, y el centro de la capital fluminense. El secuestrador del autobús dijo antes de ser muerto, que cometía el acto para "entrar a la historia". Durante tres horas y 36 minutos, el joven retuvo a los 36 pasajeros y al conductor del vehículo, aunque en el transcurso de las negociaciones con la Policía liberó de manera individual y con intervalo de tiempo a cuatro mujeres, una de ellas embarazada y que se desmayó, y a dos hombres.

La Justicia de El Salvador ha absuelto a Evelyn Hernández, de 21 años, del delito de homicidio cometido al supuestamente abortar. Así lo ha comunicado su abogada en Twitter e informa la prensa del país.

En 2016, cuando Evelyn tenía 18 años, dio a luz a un niño muerto, fruto de una violación, durante un parto en su casa. La acusaron de homicidio agravado (en El Salvador, el aborto es ilegal) y fue condenada a 30 años de cárcel. Tras cumplir casi tres, el Supremo anuló la sentencia en diciembre de 2018 y la dejó en libertad provisional en espera de un nuevo juicio. Ahora ha sido absuelta definitivamente.

Su caso no es único en el Salvador. Hay al menos otra veintena de mujeres condenadas o juzgadas por delitos relacionados con el aborto.

México ha vivido una jornada de protesta nacional, con concentraciones y marchas en ciudades de todo el país para exigir seguridad y justicia para las mujeres, en un país donde cada día asesinan a diez de ellas. Esta vez el detonante han sido varios casos recientes de violaciones, incluido el de varias menores, supuestamente cometidos por policías de la Ciudad de México. De la indignación por esos casos ha surgido el movimiento No me cuidan, me violan y ha surgido también un símbolo: la purpurina rosa con la que rociaron al responsable político de los cuerpos policiales de la capital mexicana en una protesta anterior.

Evelyn Hernández, 21 años, vuelve a sentarse en el banquillo acusada de homicidio agravado. Su delito es, supuestamente, haber abortado en un país, El Salvador, donde está prohibido. Todo ocurrió en 2016, cuando Evelyn tenía 18 años. La condenaron a 30 años de cárcel. Tras cumplir casi tres, el Supremo anuló la sentencia. Ahora, en libertada provisional, confía en que la absuelvan definitivamente. Su caso no es único en el Salvador. Hay al menos otra veintena de mujeres condenadas o juzgadas por delitos relacionados con el aborto.