La caída de la dinastía Al Asad en Siria reconfigura el mapa geopolítico en Oriente Próximo
- Los acontecimientos en Siria influyen en una región sacudida por las guerras en Gaza y Líbano
- DIRECTO: sigue la última hora del fin del régimen en Siria
En Siria, milicias contrarias al presidente Al Asad avanzan rápidamente desde varios puntos del país hacia la capital, Damasco. Un grupo de insurgentes está a solo 20 km de la capital. Quieren cercarla y derrocar al régimen. Un equipo de RTVE está en la frontera entre Líbano y Siria.
En las afueras de Tiro, la segunda ciudad de Líbano, abren una fosa común con decenas de cadáveres. Son algunos de los fallecidos en los bombardeos israelíes de las últimas semanas. Ahora, con la tregua, las familias llegan a la zona, tratando de superar el nauseabundo olor. Algunos portan el retrato de sus seres queridos, y los buscan, y lloran delante de donde está su cuerpo.
El suburbio de Dahye, ubicado en Beirut, ha sido el epicentro de los ataques israelíes. La tregua, que sigue vigente, ha devuelto cierta normalidad a los ciudadanos a pesar de la enorme devastación de barrios enteros. Por el momento, las máquinas aún no han entrado para remover los escombros y los vecinos, con sus propias manos, reparan sus casas y sus tiendas.
Pese al alto el fuego, en las últimas horas, Israel e Hizbulá se han acusado de violarlo, aunque muchos se aferran a la esperanza y están tratando, rápidamente, de rehacer sus vidas.
La pequeña Qadira juega en el estadio de fútbol de Beirut. No es consciente de que se ha transformado en un gran refugio. Durante 20 días, cerca de 80 personas trabajaron sin descanso 24 horas al día para crearlo. Lleva abierto una semana y de momento acogen a 600 personas. Cada familia tiene su habitación propia. Unas 20 personas, entre personal y voluntarios, se encargan de que no les falte de nada. Los bombardeos han destrozado en los últimos meses 100.000 edificios en Líbano. Fátima y sus niñas tendrán que estar aquí alrededor de un año, hasta que reconstruyan su casa, pero lo importante es que, en las pequeñas, ya no hay rastro de miedo.
El alto el fuego entre Israel y la milicia chií de Hizbulá entró en vigor el pasado miércoles. Desde entonces ha habido algunas escaramuzas y también restricciones de movimientos en el sur por parte de Israel. Ahora, los esfuerzos del Líbano se centran en el millón de desplazados y en hacer balance de daños.
Foto: Un camión de bomberos en Beirut (AFP)
Josep Borrell se despide como alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores en 'Las Mañanas de RNE' con "una enorme frustración" por la incapacidad para parar la masacre en Gaza. "La tregua en Líbano es muy frágil, pero, por lo menos, no va a llevar un cortejo de muertos y destrucción. En cambio, en Ucrania las cosas van peor, no podemos estar satisfechos de cómo van las cosas", asegura Borrell. Sobre la situación en Gaza, el alto representante considera que el mundo no es consciente de lo que está pasando allí. "No somos capaces de conseguir que se abran las puertas y entre ayuda para que los palestinos sobrevivan".
Respecto a cómo afectará en Ucrania la llegada de Trump a la Casa Blanca, Borrell insiste en que dejar de ayudar a Ucrania "y ponerla de rodillas delante del Kremlin sería una manera rápida, pero profundamente injusta y dramática de acabar una guerra". "Yo no quiero que esa sea la forma de acabar esa guerra. ¿Trump la quiere acabar así? ¿Tiene otra solución? No lo sabemos". Josep Borrell asegura que el mundo "está mucho peor" que hace 5 años y subraya que "hay que espabilar, hay que levantarse y ponerse a trabajar". "La guerra de Ucrania fue un despertar. Los tiempos son difíciles y la posición de Europa es frágil".
En su primera visita a España desde que asumió el cargo hace dos años, el primer ministro iraquí, Mohammed Shiá al Sudani, valora el alto el fuego entre Israel e Hizbulá en Líbano como un paso importante al que debe de seguir otra tregua para Gaza. "Creemos que la comunidad internacional no ha hecho lo suficiente para cumplir con sus compromisos. Las consecuencias de esta guerra no terminan en las fronteras de Oriente Próximo", ha dicho en una entrevista con TVE.
Las milicias proiraníes en Irak han hecho temer una reacción de Israel sobre el país y Shiá al Sudani insiste en que el Gobierno hace todo lo que puede por estabilizar la zona. "Pero también tenemos que ser conscientes de que la raíz de este conflicto es la continuación en los actos criminales de esta guerra. Todos los pueblos de la zona siente rabia e ira ante un escenario sanguinario que diariamente estamos viendo".
Foto: Alberto Ortega / Europa Press
La tregua de 60 días entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá llega tras más de un año de combates entre las partes. Durante este tiempo, más de 3.800 personas han muerto y 1,2 millones han tenido que abandonar el Líbano. En la frontera entre ambos países, la población trata de retomar sus vidas de antes de tener que huir por la guerra y en ciudades como Beirut y Tiro los bombardeos han causado graves destrozos en edificios de viviendas y comercios.
Ossam Hushoush, comerciante en Tiro (Líbano), cuenta cómo afecta a su vida esta situación: "La guerra definitivamente ha afectado a nuestro sustento, nuestros negocios y nuestras vidas, pero no nos detenemos ahí, si Dios quiere seguiremos adelante y tendremos días hermosos y buenos en este país".
En la frontera israelí, intentan volver a su rutina anterior a la guerra. Como cuenta a Reuters Anne Mama, una granjera que vive en Zar'it: "Aquí estamos de nuevo. Tenemos paz entre comillas, que no creo que dure. Quizás dura un par de meses, quizás un año o dos años, pero estaremos en el mismo estado de amenaza otra vez".
Tres ataques, el último justo antes de la tregua. En el barrio de Shiya, al sur de Beirut, unos tratan de recuperar la rutina, mientras otros siguen paralizados entre los escombros. Un equipo de RTVE se deslaza al sur de Beirut.
El alto el fuego en Líbano contrasta con la realidad cotidiana en la Franja de Gaza, donde han muerto 17 palestinos en las últimas horas. La ayuda humanitaria sigue entrando a cuentagotas y la lluvia y el frío sobrevuelan el enclave palestino mientras los médicos alertan del incierto futuro para miles de niños que malviven a la intemperie a las puertas del invierno.
Foto: Omar AL-QATTAA / AFP
En 24 horas de RNE, conectamos con Beirut para hablar con Alejandra Salvat, la delega de la Cruz Roja Española en el Líbano, donde "hay un ambiente de celebración". La noticia del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá ha sido acogida entre la población libanesa "con esperanza", cuenta Salvat. "Hay un sentimiento de alivio general" tras unas semanas críticas de violencia. "Todo el mundo sabe lo que vamos a enfrentar en las próximas semanas y va a ser un reto", añade la Salvat, que espera que este alto el fuego pueda traducirse a largo plazo en un acuerdo de paz y estabilidad futura. "Las consecuencias de esta guerra no van a sanarse en las próximas semanas", lamenta la delega de Cruz Roja Española en Líbano. Entrevista completa en RNE Audio.
Las banderas de Hizbulá ondean en el barrio de Dahiya, el suburbio de Beirut bastión de la milicia y una de las zonas más castigadas por los bombardeos de Israel. Es la primera jornada sin ataques sobre Líbano en 416 días, y muchos de sus seguidores lo consideran un triunfo. La guerra ha dejado un saldo de más de 3.800 muertos, unos 16.000 heridos y más de un millón de personas obligadas a abandonar sus hogares. Ahora, muchos de ellos se lanzan a las carreteras para regresar a sus casas.
El acuerdo de alto el fuego consta de tres etapas: la primera, una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas de Hizbulá al norte del río Litani y la retirada total del ejército israelí del sur de Líbano en un plazo de 60 días. En medio quedará una zona de unos 30 kilómetros en la que tan sólo el ejército libanés estará autorizado a desplegarse. El gobierno de Beirut ya ha enviado a miles de soldados Desde Israel, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu advierte de que se reservan el derecho de retomar los ataques si consideran que Hizbulá ha violado el acuerdo.
Tras las primeras horas del acuerdo de alto el fuego analizamos si es una victoria de Benjamin Netanyahu, como lo dibujan en Israel, o fruto de una serie de condicionantes que hacen que a Israel le cueste mucho mantener una operación militar contra Hezbolá; con Sonia Sánchez, vicedecana de Internacionalización y profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria.
Por primera vez en más de dos meses, este miércoles no hay bombardeos sobre el cielo de Beirut. El acuerdo de alto el fuego establece el fin inmediato de las operaciones militares de Israel contra el Líbano, así como la retirada gradual de las tropas que han invadido el sur del país y que el martes se dejaron ver junto al río Litani.
Esa será la nueva frontera entre Israel e Hizbulá. La milicia chií se compromete a retirarse al norte del río, mientras que los soldados israelíes tendrán que replegarse a 30 kilómetros al sur, más allá de la Línea Azul, la frontera oficiosa. En toda la región tendrán que desplegarse 5.000 soldados de las Fuerzas Armadas libanesas.
Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH
Tras el anuncio del alto el fuego, el estallido de alegría se ha elevado entre los escombros del sur de Beirut. Se han enarbolado banderas de Hizbulá e incluso se han lanzado disparos al aire. En la ciudad de Tiro, especialmente castigada en los últimos meses por el ejército de Israel, el ambiente es parecido. Muchos tienen la oportunidad de volver a casa.
Pero por mucho que festejen, esto no es una victoria. Es solo un alto el fuego de dos meses sobre el que aún hay muchas dudas y que llega después de 14 meses de fuego cruzado y 4.000 muertos. Por lo pronto, el Ejército israelí se mantendrá en el sur durante ese periodo, lo que les permite libertad de acción, contraviniendo los puntos de la Resolución 1701 de la ONU. Para muchos, lo importante no es tanto las condiciones como "permanecer en esta tierra". Otros se mantienen cautelosos: "Veremos si la tregua es real; habrá que esperar unos días".
Lo mismo piensan los ciudadanos del norte de Israel. Desean volver a sus casas, pero este alto el fuego no les ofrece seguridad. "No confiamos en los que están al otro lado [Hizbulá]; es como negociar con el diablo". Una encuesta del canal 12 israelí asegura que sólo un 36% de los ciudadanos están a favor de este acuerdo.
El alto el fuego de 60 días entre Israel y Hizbulá, en virtud de un acuerdo alcanzado la víspera con EE.UU. y Francia como garantes, ha entrado en vigor este miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT), hora tras la que Israel ha advertido que mantiene desplegadas a sus tropas en el sur del Líbano.
El alto el fuego ha seguido al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien indicó que entraría en vigor a la hora señalada, y anticipó que "está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”.
Foto: AP Photo/Bilal Hussein
Netanyahu acepta el alto el fuego de 60 días con el Líbano. En 24 horas de RNE, Mahmoud Choucair, médico español que vive en Líbano, nos ha contado que a lo largo del día de hoy, Israel todavía ha continuado atacando distintas zonas del país. "La gente está harta, pero la gente sabe quién es el culpable, el estado invasor de Israel. Y da la casualidad que el mediador a nosotros nos regala latas y a Israel le regala bombas y aviones. Ojalá haya un alto al fuego porque la gente necesita respirar y quiere recuperar un poco de paz", ha expresado el médico español.
Mahmoud Choucair ha explicado que como médico está acostumbrado a tratar heridas de guerra o la masificación en los hospitales que está padeciendo el país y que lo llevan bien teniendo en cuenta las circunstancias. "El problema sanitario no es solo en el hospital. El problema sanitario es en toda la población. Y menos mal que de momento no hemos tenido epidemias de enfermedades infecciosas", ha recordado Choucair. Entrevista completa en RNE Audio.
Tras más de doce meses de ataques cruzados entre Israel y el Líbano, muchos esfuerzos diplomáticos en varios frentes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado luz verde a ese alto el fuego en el sur del Líbano.
Joe Biden ha dado más detalles de lo pactado desde los jardines de la Casa Blanca. Estados Unidos será el árbitro de que se cumpla este alto al fuego. Biden confirma que ha hablado con el primer ministro de Israel y con el del Líbano: dice que ambos han aceptado el acuerdo para un alto el fuego. El presidente de Estados Unidos precisa que entrará en vigor a las 4 de la madrugada del miércoles, hora local, y cesarán los ataques. A partir de ahí empezarán 60 días en los que las fuerzas armadas israelíes se irán retirando de la zona, las del Líbano irán retomando su territorio en la frontera y Hezbolá no volverá a rearmarse y reconstruirse. Dice el presidente Biden que el acuerdo se ha diseñado para que este alto el fuego pactado sea "permanente". El próximo objetivo debe ser Gaza, ha dicho, y ha anunciado que en los próximos días hará un esfuerzo para impulsar un alto el fuego entre Hamás e Israel. Nos lo cuenta desde Washington, María Carou, corresponsal de Radio Nacional.
Entrevista en el Canal 24 Horas al analista de relaciones internacionales de la Universidad Carlos III Fernando Navazo tras el acuerdo de alto el fuego aceptado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con Hizbulá en Líbano. "Aunque todavía es demasiado pronto [...] parece que su posición (de Netanyahu) sigue siendo la misma [...] pero tiene que parecer que tiene una mano tendida" tras la orden de detención de la Corte Internacional de Justicia, ante el gran impacto que ha tenido en la sociedad israelí.
La supervivencia política de Netanyahu, explica, se ha basado en posibles éxitos militares y ha sido "bastante duro" con la oposición y con voces disidentes. "Netanyahu se apalanca en la visión de que la Administración de Trump va a ser más receptiva" y la decisión de aceptar el alto el fuego está basada en crear "un balón de oxígeno" hasta la llegada del nuevo líder estadounidense.
Foto: EFE/EPA/ATEF SAFADI
Luz verde de Israel a un alto el fuego en el Líbano. Netanyahu anuncia que su gabinete al completo aprobará esta noche el acuerdo de alto el fuego con el Líbano, al que ya ha dado vía libre el gabinete de seguridad. El primer ministro israelí se compromete a parar los ataques contra su vecino del norte, aunque es un sí con matices. ¿Cuánto tiempo estará en vigor este acuerdo?
Sobre la duración del acuerdo, Netanyahu dice que eso dependerá de lo que pase en términos militares sobre el terreno. Es decir, de si Israel entiende que Hezbolá vuelve a suponer o no una amenaza: "Si Hezbolá viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta renovar la infraestructuras terroristas cerca de la frontera, atacaremos", ha dicho. Netanyahu no ha hablado de una duración concreta. Lo que figura en la propuesta de Estados Unidos es que esté vigente durante dos meses, que es el tiempo durante el cual el ejército de Israel se iría retirando del sur del Líbano, a medida que ese espacio lo vayan ocupando los soldados libaneses, unos 5.000, según el ministro de Exteriores. Netanyahu ha dicho que no dará la guerra por terminada hasta que la población residente en el norte, en las proximidades de la frontera, puedan volver a sus casas.
Otro de los interrogantes es cómo y quién va a garantizar que todas las partes cumplen el acuerdo. Esa ha sido una de las aristas más complicadas para llegar a este cierre del acuerdo. Un quinteto del que, presumiblemente formarían parte Francia y Reino Unido, rechazados por Israel y el Líbano, respectivamente. Este quinteto estará mandado por Estados Unidos. Por otra parte las fuerzas de paz de Naciones Unidas, la FINUL. Solo se le permitirá al ejército libanés portar armas en esa zona fronteriza. Conocemos los detalles con Laura Alonso, corresponsal de Radio Nacional en Jerusalén.
Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la UCM, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní en el día en el que se habla de un posible alto el fuego de Israel en el Líbano, pero Netanyahu aún no confirma su apoyo a la misma. El catedrático piensa que esta supuesta tregua de 60 días puede quedar encarrilada antes de que llegue Trump a la Casa Blanca, puesto que "hay presiones muy fuertes por parte de Administración Biden precisamente para que se alcance este acuerdo y al menos obtener un premio de consolación".
Sobre la orden de detención interpuesta por la Corte Penal Internacional contra Netanyahu, Álvarez Ossorio confirma que “Estados Unidos está presionando activamente a muchos de los países del G7 para que no apliquen la orden de detención contra Netanyahu” y que "hay constancia de que [Netanyahu] estaría presionando no solo a Estados Unidos, sino también a Francia, para que dejaran en el tintero esa orden de detención y no se comprometieran a aplicarla".