Con motivo del Día del Libro, TVE entrevista al escritor y académico Antonio Muñoz Molina, quien destaca la celebración de la vida que supone la poesía del premio Cervantes, Francisco Brines. Muñoz Molina también señala que los libros han sido una tabla de salvación durante el confinamiento.
FOTO: Imagen de Antonio Muñoz Molina, durante la entrevista en el Telediario de TVE.
En este Día del Libro, se entrega tradicionalmente el premio Cervantes, este año al poeta valenciano Francisco Brines. Pero ha preferido no viajar a Madrid por motivos de salud. El escritor ha seguido desde su casa en Oliva los actos de homenaje, incluido el que han celebrado los Reyes en Alcalá de Henares.
El escritor Javier Cercas, el presidente del gremio de floristas de Cataluña, Joan Guillén, y Àurea Perelló, de la librería Finestres, entre los invitados
Con las colaboraciones habituales de Emilio del Río, Jorge Blass, Carme Ruscalleda, José Ramón Pardo y José Luis Garci
En el colegio nacen y crecen grandes lectores. Conocemos la iniciativa del CEIP público Los Jarales, en Las Rozas de Madrid, para incentivar la lectura en sus alumnos: la narradora oral Elia Tralará ha estado durante dos semanas llevando sus historias de aula en aula. Desde allí, Noemí Martínez habla con ella y con la directora del centro, Victoria Garranza, con la coordinadora de la Biblioteca, Clara Bordona, y con algunos alumnos del centro.
Por segundo año consecutivo, pandemia mediante, no se ha celebrado la solemne ceremonia de entrega del Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispanas que coincide con la fiesta del Día Internacional del Libro.
El acto se ha sustituido por un sencillo homenaje que los reyes han presidido en el Instituto Cervantes de Alcalá de Henares, cuna del autor de El Quijote. El poeta Francisco Brines, Premio Cervantes 2020, no ha acudido por problemas de salud pero ha tenido presencia telemática a través de un video en el que ha recitado unos versos de su poema Mi resumen. Los escribió hace 20 años y luego sirvieron de colofón para otro libro, como ha explicado.
La revista Granta acaba de publicar la selección de jóvenes autores en español menores de 35 años. Nos han acompañado dos de ellos, Irene Reyes Noguerol, autora, entre otros trabajos, 'De Homero y otros dioses', editado por Maclein y Parker, y Munir Hachemi, autor de 'Cosas vivas', publicado en Periférica.
Reyes Noguerol nació en Sevilla en 1997 y con 18 escribió su primer libro 'Caleidoscopios'. Ha estudiado Filología Hispánica. "Mis abuelos memorizaban poesía. Mis padres son docentes los dos y desde pequeña me han inculcado el amor por las letras, desde los cuentos. Más adelante me sumergí en la escritura", ha contado. Ganarse la vida con la escritura es difícil. "En España cuatro personas pueden vivir de la literatura. Tengo vocación docente muy fuerte, y estoy preparando oposiciones para profesora de Lengua y Literatura en enseñanza secundaria. Me gustaría compaginarlo con la literatura", explica. Cree que todo lo que ha ocurrido durante la pandemia calará en la literatura. Y ya tiene un nuevo proyecto. "Estoy escribiendo un libro de relatos, textos híbridos, una mezcla entre lo lírico, lo dramático y lo puramente narrativo. Estoy intentando crear un libro donde se traten las relaciones familiares complicadas, las sensaciones de angustia y soledad", ha avanzado.
Hachemi nació en 1989, es hijo de un argelino y de una andaluza. Sabe lo que es autoeditarse y vender su novela por las terrazas de Lavapiés, hasta que pudo publicar en Periférica. "Siempre que me entrevistan o tengo estas posibilidades de visibilidad me pregunto qué puedo decir. Más allá de nuestra experiencia escritora, somos personas normales. Para alguien que vendía fancines de mano en mano, es raro", explica. Pasó parte de su infancia en Argelia y cuenta su percepción de la diferencia en la forma de contar historias aquí y allí. "Estamos sumidos en un sistema de mercado, que incluso llega a tomar las historias. Tenemos una idea de la eficiencia, de transmitir mucha información con pocas palabras, con un tiempo muy segmentado para contar. Pero siempre he vivido en el Magreb, y con mi padre, otra percepción del tiempo. También con mi abuela de Estepona. Es el narrar por narrar, la idea de contar para mirar a otra parte por el propio placer de narrar. Creo que se está perdiendo en buena medida", ha dicho. Y ha avanzado su próximo trabajo. "Me interesa mucho el problema de la utopía y las distopías. Tengo un texto sobre la construcción de una sociedad utópica y que lo utópico visto desde hoy pueda parecer horroroso", ha explicado.