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El Ejército vuelve a hacerse con el timón de la política en Egipto. A las cinco de la tarde expiraba el ultimátum dado al presidente Mursi para que atendiera las peticiones de los miles de manifestantes que se concentraban en la plaza Tahrir, entre ellas que integrara en su gobierno a la oposición. Poco después los militares tomaban el poder y deponían al primer presidente egipcio democráticamente elegido en la historia del país que se encuentra en arresto domiciliario.

Entrevista con Basel Ramsis, director de Cine de origen egìpcio.

Entrevista con Hany El Erian, profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante.

Ambos coinciden en señalar que no se trata de un golpe de Estado, sino de la segunda parte de la revolución que acabó con el régimen de Hosni Mubarak. Lo urgente ahora es consensuar una nueva Constitución entre todos para después convocar las elecciones parlamentarias y después las presidenciales (04/07/13).

Treinta meses después de que las manifestaciones en la plaza Tahrir pidieran el fin del papel del Ejército en la vida política, las calles se han vuelto a llenar para celebrar que los militares acabaran con el Gobierno islamista elegido en las urnas. El anuncio ha hecho estallar de alegría a los miles de manifestantes de la emblemática plaza de Tahrir. Los militares han prometido un periodo transitorio y nuevas elecciones, mientras mantiene retenido al gobierno de Morsi y al propio presidente egipcio.

A las 4 y media de esta tarde se termina el ultimátum para que el gobierno acepte las demandas de los opositores. Será entonces cuando expliquen su hoja de ruta para resolver el conflicto. Por su parte el presidente egipcio ha defendido de madrugada la legitimidad que le han dado las urnas y dice que está dispuesto a defender su cargo por encima de todo. Las protestas continúan y en las últimas horas han muerto 23 personas y hay 200 heridas por los enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente.

El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, ha descartado dimitir en un discurso televisado a última hora del martes y se ha dicho dispuesto a ¿dar la vida¿ para defender su ¿legitimidad¿ democrática, desafiando a las multitudinarias protestas que reclaman su marcha y desoyendo las amenazas de intervención del Ejército.

En su alocución, de tono combativo, el líder islamista ha exigido al Ejército que retire su ultimátum, que expira este miércoles, y que le insta a escuchar ¿las exigencias del pueblo¿ so pena de una intervención militar.

En este sentido, Morsi ha asegurado que está dispuesto a ¿dar la vida¿ para proteger esa legitimidad otorgada por las urnas, que considera ¿la única garantía contra el derramamiento de sangre¿.

El jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, Abdel Fatah al Sisi, ha publicado un comunicado en la página semioficial de las Fuerzas Armadas en Facebook titulado Las horas finales, en el que subraya que el Ejército "sacrificará su sangre por Egipto y su pueblo frente a cada terrorista, extremista o ignorante".

El Ejército de Egipto suspenderá la Constitución y disolverá el Parlamento de mayoría islamista si el presidente Mohamed Morsi y la oposición no son capaces de llegar a un acuerdo y dar una respuesta a las masivas manifestaciones que piden la dimisión del Gobierno. Esta es la hoja de ruta de las Fuerzas Armadas egipcias. Ese ultimátum se acaba mañana. El que ha expirado ya es el de los manifestantes, que le habían dado de plazo hasta esta tarde para irse o enfrentarse a una campaña de desobediencia civil. Varios grupos opositores han nombrado portavoz al Nobel de la paz Mohamed El Baradei.