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En 24 horas de RNE, conectamos con Beirut para hablar con Alejandra Salvat, la delega de la Cruz Roja Española en el Líbano, donde "hay un ambiente de celebración". La noticia del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá ha sido acogida entre la población libanesa "con esperanza", cuenta Salvat. "Hay un sentimiento de alivio general" tras unas semanas críticas de violencia. "Todo el mundo sabe lo que vamos a enfrentar en las próximas semanas y va a ser un reto", añade la Salvat, que espera que este alto el fuego pueda traducirse a largo plazo en un acuerdo de paz y estabilidad futura. "Las consecuencias de esta guerra no van a sanarse en las próximas semanas", lamenta la delega de Cruz Roja Española en Líbano. Entrevista completa en RNE Audio.

Las banderas de Hizbulá ondean en el barrio de Dahiya, el suburbio de Beirut bastión de la milicia y una de las zonas más castigadas por los bombardeos de Israel. Es la primera jornada sin ataques sobre Líbano en 416 días, y muchos de sus seguidores lo consideran un triunfo. La guerra ha dejado un saldo de más de 3.800 muertos, unos 16.000 heridos y más de un millón de personas obligadas a abandonar sus hogares. Ahora, muchos de ellos se lanzan a las carreteras para regresar a sus casas.

El acuerdo de alto el fuego consta de tres etapas: la primera, una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas de Hizbulá al norte del río Litani y la retirada total del ejército israelí del sur de Líbano en un plazo de 60 días. En medio quedará una zona de unos 30 kilómetros en la que tan sólo el ejército libanés estará autorizado a desplegarse. El gobierno de Beirut ya ha enviado a miles de soldados Desde Israel, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu advierte de que se reservan el derecho de retomar los ataques si consideran que Hizbulá ha violado el acuerdo.

Tras las primeras horas del acuerdo de alto el fuego analizamos si es una victoria de Benjamin Netanyahu, como lo dibujan en Israel, o fruto de una serie de condicionantes que hacen que a Israel le cueste mucho mantener una operación militar contra Hezbolá; con Sonia Sánchez, vicedecana de Internacionalización y profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria.

Por primera vez en más de dos meses, este miércoles no hay bombardeos sobre el cielo de Beirut. El acuerdo de alto el fuego establece el fin inmediato de las operaciones militares de Israel contra el Líbano, así como la retirada gradual de las tropas que han invadido el sur del país y que el martes se dejaron ver junto al río Litani.

Esa será la nueva frontera entre Israel e Hizbulá. La milicia chií se compromete a retirarse al norte del río, mientras que los soldados israelíes tendrán que replegarse a 30 kilómetros al sur, más allá de la Línea Azul, la frontera oficiosa. En toda la región tendrán que desplegarse 5.000 soldados de las Fuerzas Armadas libanesas.

Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH

Tras el anuncio del alto el fuego, el estallido de alegría se ha elevado entre los escombros del sur de Beirut. Se han enarbolado banderas de Hizbulá e incluso se han lanzado disparos al aire. En la ciudad de Tiro, especialmente castigada en los últimos meses por el ejército de Israel, el ambiente es parecido. Muchos tienen la oportunidad de volver a casa.

Pero por mucho que festejen, esto no es una victoria. Es solo un alto el fuego de dos meses sobre el que aún hay muchas dudas y que llega después de 14 meses de fuego cruzado y 4.000 muertos. Por lo pronto, el Ejército israelí se mantendrá en el sur durante ese periodo, lo que les permite libertad de acción, contraviniendo los puntos de la Resolución 1701 de la ONU. Para muchos, lo importante no es tanto las condiciones como "permanecer en esta tierra". Otros se mantienen cautelosos: "Veremos si la tregua es real; habrá que esperar unos días".

Lo mismo piensan los ciudadanos del norte de Israel. Desean volver a sus casas, pero este alto el fuego no les ofrece seguridad. "No confiamos en los que están al otro lado [Hizbulá]; es como negociar con el diablo". Una encuesta del canal 12 israelí asegura que sólo un 36% de los ciudadanos están a favor de este acuerdo.

El alto el fuego de 60 días entre Israel y Hizbulá, en virtud de un acuerdo alcanzado la víspera con EE.UU. y Francia como garantes, ha entrado en vigor este miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT), hora tras la que Israel ha advertido que mantiene desplegadas a sus tropas en el sur del Líbano.

El alto el fuego ha seguido al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien indicó que entraría en vigor a la hora señalada, y anticipó que "está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”.

Foto: AP Photo/Bilal Hussein

¿Por qué ha entrado Corea del Norte en la guerra de Ucrania? ¿Que quiere conseguir Kim Jong-un a cambio de ayudar a Rusia enviando tropas norcoreanas al frente? ¿Por qué preocupa a China este movimiento de Pyongyang? Lo analizamos con Inés Arco, investigadora del CIDOB especializada en Asia Central, que nos ayuda a entender por qué este movimiento de Corea del Norte ha sacudido el tablero del conflicto.

Netanyahu acepta el alto el fuego de 60 días con el Líbano. En 24 horas de RNE, Mahmoud Choucair, médico español que vive en Líbano, nos ha contado que a lo largo del día de hoy, Israel todavía ha continuado atacando distintas zonas del país. "La gente está harta, pero la gente sabe quién es el culpable, el estado invasor de Israel. Y da la casualidad que el mediador a nosotros nos regala latas y a Israel le regala bombas y aviones. Ojalá haya un alto al fuego porque la gente necesita respirar y quiere recuperar un poco de paz", ha expresado el médico español.

Mahmoud Choucair ha explicado que como médico está acostumbrado a tratar heridas de guerra o la masificación en los hospitales que está padeciendo el país y que lo llevan bien teniendo en cuenta las circunstancias. "El problema sanitario no es solo en el hospital. El problema sanitario es en toda la población. Y menos mal que de momento no hemos tenido epidemias de enfermedades infecciosas", ha recordado Choucair. Entrevista completa en RNE Audio.

Tras más de doce meses de ataques cruzados entre Israel y el Líbano, muchos esfuerzos diplomáticos en varios frentes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado luz verde a ese alto el fuego en el sur del Líbano.

Joe Biden ha dado más detalles de lo pactado desde los jardines de la Casa Blanca. Estados Unidos será el árbitro de que se cumpla este alto al fuego. Biden confirma que ha hablado con el primer ministro de Israel y con el del Líbano: dice que ambos han aceptado el acuerdo para un alto el fuego. El presidente de Estados Unidos precisa que entrará en vigor a las 4 de la madrugada del miércoles, hora local, y cesarán los ataques. A partir de ahí empezarán 60 días en los que las fuerzas armadas israelíes se irán retirando de la zona, las del Líbano irán retomando su territorio en la frontera y Hezbolá no volverá a rearmarse y reconstruirse. Dice el presidente Biden que el acuerdo se ha diseñado para que este alto el fuego pactado sea "permanente". El próximo objetivo debe ser Gaza, ha dicho, y ha anunciado que en los próximos días hará un esfuerzo para impulsar un alto el fuego entre Hamás e Israel. Nos lo cuenta desde Washington, María Carou, corresponsal de Radio Nacional.

Trump ya lo advirtió en campaña: "Mi palabra favorita es arancel". Ahora, dos mensajes en su red social han hecho saltar las alarmas entre los mayores socios comerciales de Estados Unidos. En uno promete que, en cuanto vuelva a la Casa Blanca, impondrá aranceles del 25% a todos los productos de México y Canadá si esos países no hacen más para frenar a los migrantes sin papeles y la droga que se cuela por sus fronteras. Esto violaría el tratado comercial que el propio Trump impulsó en su primer mandato. En otro, promete un 10% adicional en las tasas a los productos de China si no frenan el tráfico de fentanilo.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya le ha respondido con una carta. Dice que ya están colaborando en la frontera, y también ha advertido que "a un arancel vendrá otro en respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes". Por su parte, El primer ministro de Canadá ha hablado con Trump por teléfono y dice que la llamada ha sido constructiva. Por último, desde la embajada china dicen que en una guerra comercial no gana nadie.