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Cerca de 8.000 personas en Manila han perdido sus viviendas por un incendio, según fuentes oficiales de Filipinas. Los damnificados fueron trasladados a un centro de evacuación cercano. Las autoridades están investigando la causa del fuego, que tuvo lugar en un barrio chabolista situado sobre el rompeolas del Puerto Norte de Manila, en una localidad conocida como Isla Puting Bato.

Un político sin partido, con 313.000 seguidores en TikTok, y descartado por todos los sondeos. Es Calin Georgescu, el ganador de la primera vuelta de las presidenciales en Rumania. Bajo el lema "Recuperar Rumania juntos y unidos a Dios", Bucarest se sorprendía por la victoria de este exprofesor de 62 años, que ha trabajado largo tiempo en programas de desarrollo de Naciones Unidas. Crítico con la Unión Europea y la OTAN, y admirador público de Ion Antonescu, antiguo dictador rumano aliado de Hitler, sus palabras han provocado incluso el reproche de la ultraderecha rumana. Pese a ello, Georgescu ha cosechado más de dos millones de votos, casi el 23% de electorado, y se jugará la presidencia con la conservadora Elena Lasconi. Mientras, en Rusia, el Kremlin dice que "no conoce suficientemente" a Georgescu, que propone acercarse a Moscú, como ya han hecho Hungría o Eslovaquia.

Tuly tiene una consulta psiquiátrica. Hasta hace muy poco era también militar en la reserva. Trata cada día a combatientes que vuelven del frente.

A sus 57 años y después de participar en muchas guerras, ha llegado a la misma conclusión y ha dicho basta junto con otros 129 militares y reservistas que han enviado una carta a Netanyahu desertando.

Insiste en que el país tiene que tener un Ejército fuerte y derecho a defenderse, pero que esta guerra no trata de eso.

Cree en la lucha, pero para alcanzar la paz y, en estos momentos, dice sentirse abandonado por su Gobierno.

Las pesadillas recurrentes que tiene recordando cómo demolían edificios en Gaza o echaban a la gente de sus casas nunca se irán. La única forma que ha encontrado de poner una tirita a esas heridas incurables es usar su experiencia para decir a todo el que le quiera escuchar que el círculo vicioso de la violencia en Israel tiene que detenerse.

En Beirut, varios edificios al sur han sido atacados durante la noche por Israel. El Ejército israelí ha respondido al ataque horas antes del partido-milicia chií libanés. Más de 200 cohetes fueron lanzados contra instalaciones militares al norte y al sur de Israel y alcanzaron también la capital.

El fuego cruzado no cesa, en plenas conversaciones de paz. Pese a todo, estas podrían haber dado frutos. Varios medios israelíes, entre ellos el diario Haarezt, aseguran que Netanyahu habría aceptado "en principio" la propuesta de paz en Líbano planteada por Washington.

Esa propuesta, con flecos aún pendientes, incluye el repliegue de Hizbulá al norte del río Litani, la retirada de las tropas israelíes del sur del país y una futura negociación sobre la demarcación de la frontera.

En el último año de guerra entre Israel y Hizbulá han muerto en Líbano más de 3.500 personas.

FOTO: EFE/ Oficina Del primer ministro de Israel

Tras once semanas de juicio, la Fiscalía francesa ha hecho pública su petición de pena para Dominique Pelicot, acusado de drogar a su esposa, Gisèle Pelicot, durante años para que otros hombres la violaran. El Ministerio Público pide 20 años de cárcel, lo máximo previsto en el Código Penal en Francia para un delito de violación con agravante. "Es mucho y a la vez poco si se compara con los hechos", ha dicho la fiscal en la sala. "Aún está por ver si la sentencia retiene esta pena", informa Antonio Delgado, corresponsal de RNE en París, y cuáles serán las demandas de prisión para los otros 50 procesados.

Este 25N nos ocupamos de la violencia que sufren las iraníes. Las protestas masivas han remitido en el país, pero el desafío incesante de las mujeres, es un recordatorio continuo de que siguen viviendo en un país que las considera una subcategoría humana. Se han intensificado los patrones de violencia física: golpes, patadas y bofetadas a las que incumplen las leyes que imponen el hiyab. En paralelo, se ha reforzado la vigilancia, tanto en el ámbito público como en el privado, pero las iraníes decidieron hace dos años que no darán un paso atrás.