En Europa, la ola de frio y nieve que prácticamente paralizó las comunicaciones en el centro del continente, se ha desplazado al este. Las consecuencias más graves del temporal se las está llevando Polonia, donde han muerto por el frío ocho personas durante las fiestas de Navidad y ya son 127 muertes desde noviembre.
Hay decenas de cancelaciones y retrasos previstos en los aeropuertos de Moscú. No volverán a la normalidad, según las autoridades, hasta el miércoles. La rotura de varios cables que conectan el aerópuerto de Domodédovo con dos centrales eléctricas provocó su cierre este fin de semana. Miles de pasajeros se quedaron sin vuelo y a oscuras en sus instalaciones.