Benedicto XVI ha llegado este viernes a Beirut en su primera visita oficial a Líbano. Durante el viaje, el Pontífice ha calificado de "grave pecado" la venta de armas a Siria, un país envuelto en una guerra civil, y ha pedido que se suspenda.
El papa ha dicho que la llamada Primavera Árabe es un "grito de libertad" pero debe incluir tolerancia.
Benedicto XVI ha pedido también que se preserve el equilibrio entre cristianos y musulmanes en el Líbano, a su llegada al aeropuerto. "Es muy importante el equilibrio entre cristianos y musulmanes. Hay que preservarlo y tiene que ser ponderado", ha declarado.
La visita del papa a Líbano, país con una importante e influyente comunidad cristiana, es considerada histórica y tiene lugar en medio de fuertes medidas de seguridad. Se espera que Benedicto XVI lance un mensaje abogando por la paz no solo en el país, sino en todo Oriente Medio.
La visita se produce además en medio de una ola de protestas en varios paises musulmanes por un vídeo que denigra la figura del profeta Mahoma.