De las nueve medidas solicitadas, destacaba el alto el fuego para prevenir y evitar daños irreparables en los derechos del pueblo palestino. Desde los atentados de Hamás del 7 de octubre y la posterior ofensiva sobre Gaza han muerto más de 26.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños.
La otra prioridad, esta sí aceptada por el tribunal, es facilitar el acceso a la ayuda humanitaria. Desde que comenzó la ofensiva sólo ha habido una tregua de cuatro días en la que se permitió que entraran camiones por la frontera de Rafah.
Tras presentar la demanda por vía de urgencia en noviembre, Sudáfrica se veía las caras con Israel en los tribunales hace dos semanas. Pretoria solicitaba la imposición a Israel de nueve medidas cautelares ante el riesgo plausible de genocidio violando la Convención que Tel Aviv frimó tras el Holocausto.
La defensa israelí alegaba el derecho a la autodefensa y calificaba la demanda sudafricana de versión descontextualizada y manipulada de las hostilidades. Y afirmaba que, de haber querido acabar con los palestinos, no habría parado en ocasiones las acciones militares para permitir la huida de la población.
Naciones Unidas lleva meses alertando del desastre en una población sin comida, agua o medicinas y además, hacinada. De los dos millones de habitantes de Gaza, 1.700.000 han huido al sur de la franja.
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