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A pocos kilómetros de Estados Unidos, los migrantes sufren una oleada de secuestros en el norte de México. Los cárteles exigen el pago de 2.000 dólares por persona a las puertas de la frontera. La entrada legal a través del sistema CBP One es la última etapa de una ruta llena de obstáculos.

La última etapa del viaje de las personas que cruzan México para llegar a Estados Unidos es la frontera norte. En Tamaulipas, los migrantes que tienen cita para entrar en territorio estadounidense temen ser secuestrados de nuevo por los cárteles. Exigen 2.000 dólares por cabeza a sus familiares bajo amenaza de muerte. Algunos testimonios de migrantes que sufrieron la extorsión revelan sus padecimientos (Imagen: Sara de la Rubia / MSF. Edición: Cristina Rubio).

Durante meses e incluso años, miles de personas atraviesan América Latina hasta llegar a la frontera mexicana con Estados Unidos, en poblaciones como Reynosa. Pero estar cerca del final no significa que se acaben las dificultades. La espera en albergues por una entrevista personal que les abra las puertas de la frontera estadounidense puede durar meses. Además, muchos migrantes denuncian secuestros por bandas que les extorsionan pidiendo dinero a cambio de su liberación para que no pierdan sus ansiadas citas.

A pocos kilómetros de Estados Unidos, los migrantes sufren una oleada de secuestros en el norte de México. Los cárteles exigen el pago de 2.000 dólares por persona a las puertas de la frontera. La entrada legal a través del sistema CBP One es la última etapa de una ruta llena de obstáculos.

La última etapa del viaje de las personas que cruzan México para llegar a Estados Unidos es la frontera norte. En Tamaulipas, los migrantes que tienen cita para entrar en territorio estadounidense temen ser secuestrados de nuevo por los cárteles. Exigen 2.000 dólares por cabeza a sus familiares bajo amenaza de muerte. Algunos testimonios de migrantes que sufrieron la extorsión revelan sus padecimientos (Imagen: Sara de la Rubia / MSF. Edición: Cristina Rubio).

Durante meses e incluso años, miles de personas atraviesan América Latina hasta llegar a la frontera mexicana con Estados Unidos, en poblaciones como Reynosa. Pero estar cerca del final no significa que se acaben las dificultades. La espera en albergues por una entrevista personal que les abra las puertas de la frontera estadounidense puede durar meses. Además, muchos migrantes denuncian secuestros por bandas que les extorsionan pidiendo dinero a cambio de su liberación para que no pierdan sus ansiadas citas.

Las catástrofes naturales son cada vez más comunes en Europa. Hablamos de cómo funciona para estos casos el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea. Nos fijamos también en cómo se gestiona en América Latina con una entrevista con el director general de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres en Colombia. En nuestra cita diaria con la campaña de las elecciones estadounidenses hoy hablamos del voto de las mujeres. Además llegamos a la cuarta etapa del recorrido sobre la ruta migratoria en la que se embarcan miles de personas con el objetivo de entrar en Estados Unidos. Vamos a analizar las secuelas psíquicas que sufren quienes se ven forzados a esta travesía. También conoceremos los testimonios de las personas a las que practicaron esterilizaciones forzadas en Perú y que siguen reclamando justicia. Y tendremos una entrevista para intentar arrojar luz sobre el futuro del gobierno en Japón después de las elecciones.

Hace un mes Shigeru Ishiba conseguía ganar las primarias del partido gobernante en Japón, el Partido Liberal Democrático tras la renuncia de Fumio Kishida. Ahora se han celebrado elecciones y los resultados han dejado patente la disconformidad de los japoneses. Rachel Arencibia, especialista en Japón del Centro de Investigaciones sobre Política Internacional de La Habana.

Migrar no es fácil ni física ni psicológicamente. El esfuerzo titánico que supone recorrer miles de kilómetros tiene graves consecuencias para la salud mental de las personas que han sufrido violencia extrema y que afrontan el resto de su camino con profundas heridas difíciles de curar. Entramos en el Centro de Atención Integral de Médicos Sin Fronteras en la Ciudad de México, donde varios pacientes intentan recuperar un poco de esa normalidad que se dejaron en la ruta migratoria. Hoy, Paco de Guatemala y Stephanie de Honduras, intentan recuperar la ilusión por un futuro.