Antes de despegar rumbo a Angola el domingo por la noche, el presidente estadounidense, Joe Biden, publicó un comunicado en el que anunciaba que indultaba a su hijo, una decisión que señaló que nunca haría.
Hunter Biden estaba a punto de conocer su sentencia en dos juicios: uno por fraude fiscal, y otro por mentir para comprar una pistola. Pese a que dijo que estaba limpio, en esa época también era adicto a las drogas. Se enfrentaba a varios años de prisión, y su padre había prometido no interferir.
Ahora, en cambio, dice que la presión política ha infectado el proceso, que con Hunter han sido especialmente duros por ser su hijo, lo cual no considera "justo". Como resultado, Trump critica este indulto y reclama otro para sus seguidores que asaltaron el Capitolio. Tampoco ha dejado pasar la oportunidad de cargar contra el sistema judicial estadounidense, que tilda de "politizado".