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Tras las primeras horas del acuerdo de alto el fuego analizamos si es una victoria de Benjamin Netanyahu, como lo dibujan en Israel, o fruto de una serie de condicionantes que hacen que a Israel le cueste mucho mantener una operación militar contra Hezbolá; con Sonia Sánchez, vicedecana de Internacionalización y profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria.

Por primera vez en más de dos meses, este miércoles no hay bombardeos sobre el cielo de Beirut. El acuerdo de alto el fuego establece el fin inmediato de las operaciones militares de Israel contra el Líbano, así como la retirada gradual de las tropas que han invadido el sur del país y que el martes se dejaron ver junto al río Litani.

Esa será la nueva frontera entre Israel e Hizbulá. La milicia chií se compromete a retirarse al norte del río, mientras que los soldados israelíes tendrán que replegarse a 30 kilómetros al sur, más allá de la Línea Azul, la frontera oficiosa. En toda la región tendrán que desplegarse 5.000 soldados de las Fuerzas Armadas libanesas.

Foto: EFE/EPA/WAEL HAMZEH

Tras el anuncio del alto el fuego, el estallido de alegría se ha elevado entre los escombros del sur de Beirut. Se han enarbolado banderas de Hizbulá e incluso se han lanzado disparos al aire. En la ciudad de Tiro, especialmente castigada en los últimos meses por el ejército de Israel, el ambiente es parecido. Muchos tienen la oportunidad de volver a casa.

Pero por mucho que festejen, esto no es una victoria. Es solo un alto el fuego de dos meses sobre el que aún hay muchas dudas y que llega después de 14 meses de fuego cruzado y 4.000 muertos. Por lo pronto, el Ejército israelí se mantendrá en el sur durante ese periodo, lo que les permite libertad de acción, contraviniendo los puntos de la Resolución 1701 de la ONU. Para muchos, lo importante no es tanto las condiciones como "permanecer en esta tierra". Otros se mantienen cautelosos: "Veremos si la tregua es real; habrá que esperar unos días".

Lo mismo piensan los ciudadanos del norte de Israel. Desean volver a sus casas, pero este alto el fuego no les ofrece seguridad. "No confiamos en los que están al otro lado [Hizbulá]; es como negociar con el diablo". Una encuesta del canal 12 israelí asegura que sólo un 36% de los ciudadanos están a favor de este acuerdo.

El alto el fuego de 60 días entre Israel y Hizbulá, en virtud de un acuerdo alcanzado la víspera con EE.UU. y Francia como garantes, ha entrado en vigor este miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT), hora tras la que Israel ha advertido que mantiene desplegadas a sus tropas en el sur del Líbano.

El alto el fuego ha seguido al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien indicó que entraría en vigor a la hora señalada, y anticipó que "está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”.

Foto: AP Photo/Bilal Hussein

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