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Los museos han vuelto a abrir sus puertas. Los visitantes ya pueden disfrutar de las obras del Prado, del Reina Sofía o dl Thyssen. Los cuadros de Velázquez, Goya o Picasso vuelven a estar de cara al público tres meses después. Sin embargo, las condiciones no son las mismas que antes de la pandemia. Controles de temperatura a la entrada, distancia de seguridad o límites de ocupantes por sala son algunas de las normas de seguridad que buscan prevenir contagios.

El triángulo del arte madrileño vuelve a abrir sus puertas este sábado. El Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen vuelven a recibir visitantes casi tres meses después. El Prado ha preparado una bienvenida especial llamada 'El reencuentro', el Reina Sofía apuesta por el Guernica con todo su simbolismoy el Thyssen ha decidido prolongar "Rembrandt y el retrato"

Informa Ángela Núñez

El plan de desescalada del confinamiento por el coronavirus prevé que los museos abran en la fase I, que si todo va bien, sería el 11 de mayo. Pero algunos de los grandes como el Reina Sofía y el Thyssen creen que sus puertas se abrirán a las visitas, como pronto, a finales de ese mes. Mientras preparan las nuevas medidas. Hemos entrado en el Prado, cuyos inquilinos, llevan, como todos, confinados en sus cuadros, desde el 12 de marzo.

En el siglo XVII Ámsterdam era la capital de negocios y cultural del norte de Europa. Sus redes sociales las componían cartas, reuniones y bailes y los 'likes' se daban in situ, ante los grandes o pequeños retratos que presidían las estancias de la casa. Así empezó el joven Rembrandt a ganarse el pan y el prestigio en una sociedad que demandaba retratistas, aunque él no lo fuera. El Museo Thyssen de Madrid muestra en Rembrandt y el retrato en Ámsterdam su trabajo y el de otros artistas.

Por primera vez, una exposición reúne la faceta de retratista de Rembrandt en comparación con otros retratistas del Ámsterdam del siglo XVII. Casi un centenar de obras que reflejan la evolución del género entre 1590 y 1670, además de la destacada personalidad del pintor holandés. Desde el Museo Nacional Thyssen Bornemisza, en Madrid, Noemí Martínez habla con la jefa de área de pintura antigua de la pinacoteca, Mar Borobia.

La llegada de la fotografía cambió para siempre la forma de ver la realidad. Los impresionistas que nacieron con ella la adoptaron de forma natural. 

La exposición 'Los impresionistas y la fotografía' recoge la relación entre ambas cuestiones, y está disponible en el Museo Thyssen hasta enero de 2020. Un reportaje de Ana Gil

La enésima polémica que rodeó a Balthus saltó en 2017 en pleno arranque del movimiento #MeToo contra el acoso sexual. Una vecina de Nueva York recogió miles de firmas para que retiraran del Met la pintura Thérese soñando (1938), en la que aparece una niña en una “postura sugerente” con la ropa interior a la vista.

Los firmantes aseguraban que la imagen incitaba a la pedofilia. El museo se plantó y mantuvo la obra. “Las artes visuales son un medio para la reflexión y nuestra misión es conectar a las personas con la creatividad y el conocimiento de las ideas”, cortaron de raíz.

La modelo de ese cuadro, y de otros muchos, era su vecina Thérese Blanchard a la que retrató con 11 y 12 años y una de las musas recurrentes del autor junto a otras prepúberes que plasmó en cuadros con un erotismo ora explícito ora latente.