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En su noveno vuelo de prueba, la nave Starship ha alcanzado la órbita terrestre. Un avance para la misión de la empresa SpaceX, del magnate Elon Musk.

El despegue desde la ciudad Starbase, al sur de Texas (México), ha transcurrido con éxito. Sin embargo, tras varios minutos de vuelo, las fugas de combustible han provocado la pérdida de control de la nave. Se ha desintegrado y ha caído al océano Índico. Razón por la que el cohete no ha podido desplegar los satélites que tenían previstos.

Este año se han hecho dos lanzamientos más, en enero y en marzo. Ambos terminaron con explosiones pocos minutos después. Esta vez, Starship, de 121 metros de altura, ha reutilizado el propulsor Super Heavy por primera vez.

Los grupos ambientalistas ya han denunciado los riesgos de este tipo de vuelos. Pese a ello, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha aumentado el número de vuelos de SpaceX. En concreto, podrá volar hasta 25 veces al año.

Tras su paso por el Gobierno de Donald Trump, Elon Musk se va a centrar más en sus negocios y ha adelantado que los próximos tres lanzamientos serán menos espaciados en el tiempo. Es decir, “uno cada tres o cuatro semanas”, ha explicado el empresario.

Los astronautas de la NASA Suni Williams Butch Wilmore han hablado sobre su inesperada estancia de más de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), donde quedaron varados tras fallar la nave de Boeing que los iba a llevar de vuelta a la Tierra al terminar una misión que inicialmente iba a durar ocho días.

Ante una sala repleta de reporteros en Houston (Texas), los astronautas han contado cómo se sintieron al regresar a la Tierra el pasado 18 de marzo y han compartido su análisis sobre los fallos en la nave Starliner que los dejó atrapados desde el pasado mes de junio en el laboratorio espacial.

Wilmore, de 62 años, ha asegurado que él mismo carga parte de la responsabilidad por lo sucedido: "Hubo preguntas que yo, como comandante de la nave espacial, debería haber hecho y no hice en su momento. No sabía que debía hacerlo". "Las respuestas a esas preguntas podrían haber cambiado el rumbo", ha insistido el astronauta, que se recupera con su familia en Texas.

Los astronautas de la NASA atrapados en la Estación Espacial Internacional han vuelto a la Tierra dentro de una cápsula Dragon, que amerizó en el Golfo de México, con ayuda de varios paracaídas. Partieron en junio para una misión de 8 días, pero un fallo técnico les impidió la vuelta y han estado 9 meses en el espacio. Podrán volver a casa en un par de días, mientras les hacen exámenes y ellos se adaptan a la gravedad.

Los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams han regresado este martes a la Tierra tras pasar más de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a los fallos de una nave de Boeing que los llevó en junio pasado.

La Dragon en la que han regresado, la 'Freedom' de Spacex, ha logrado con éxito un amerizaje con ayuda de cuatro paracaídas en la costa de Tallahassee, la capital de Florida, hacia las 17:57 EST (21:57 GMT), como estaba previsto y en medio de los aplausos en el centro de operaciones.

La tripulación de la misión Crew-10 de la NASA y SpaceX ya está en la Estación Espacial Internacional. Este era el momento, unos minutos después de la medianoche española, cuando la nave Dragón, en la que viajaban los cuatro astronautas, se acoplaban a la plataforma de la Estación. La vuelta de los otros astronautas que llevan allí nueve meses está ahora más cerca.

FOTO: NASA / AFP

Elon Musk, propietario de Space X y hombre de confianza de Trump, quiere adelantar el cierre de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). La previsión original contemplaba el año 2030. Cinco agencias colaboran en este gran laboratorio en el que se realizan miles de experimentos.

Su cierre supondría interrumpir proyectos de trabajadores en todo el mundo. De las cinco agencias espaciales que colaboran en la estación, la NASA es la que más ha contribuido. La agencia espacial estadounidense había encargado desmantelar la estación para el año 2030, precisamente a Space X, la empresa de Musk.

Decenas de astronautas se están preparando para volar a la estación durante los próximos años, entre ellos el español Pablo Álvarez. Según las propias declaraciones de Musk, su objetivo es Marte y hacía ahí quiere que se dirijan todos los recursos. La Agencia Espacial Europea recuerda que el futuro de la ISS se decide entre todos los socios.