La NASAvolverá este lunes a la Luna 53 años después del lanzamiento del Apolo 11 en 1969. Ya está todo listo para el despegue del primer cohete no tripulado de Artemis, un programa con el que la agencia espacial pretende establecer una presencia humana permanente en el satélite terrestre. Aunque la misión Artemis I no llevará humanos a bordo, sí contará con tres maniquíes, uno masculino y dos femeninos, equipados con sensores para medir los niveles de radiación y otros datos que los astronautas reales experimentarían.
Hoy, si todo va según lo esperado, la NASA mandará un cohete a la luna 50 años después del Apolo 11, el Artemis 1. Será una misión no tripulada, de ida y vuelta, y servirá como primer ensayo para el lanzamiento que espera realizar en unos años y en el que sí viajarán un hombre y una mujer. "Si el viaje se produjera antes de que acabe esta década podríamos darnos con un canto en los dientes", ha señalado Javier Pedreira 'Wicho', responsable de informática de los Museos Científicos Coruñeses y uno de los creadores de Microsiervos (blog sobre ciencia y tecnología). Wicho ha explicado que son varios los obstáculos a los que se enfrenta la NASA para poder culminar ese segundo aterrizaje en la luna, entre ellos: la falta de una plataforma de aterrizaje, la carencia de trajes espaciales o los problemas de combustible, que incluso hoy podrían afectar al lanzamiento de este primer piloto.
Pedreira ha señalado también que esta futura misión, que se espera que tenga una duración de seis semanas, servirá para poder medir los datos acerca del "guiado y la propulsión de la nave", tanto en el caso de la cápsula en la que viajan los tripulantes, como del módulo de servicio que proporciona electricidad y combustible, como del propio cohete que la tiene que lanzar. Todo ello con el fin de barajar incursiones a otros espacios. Pero recuerda que el objetivo más ansiado, Marte, supone un viaje "mucho más complicado" debido a la lejanía: "quienes viajan se encuentran más expuestos a la radiación del espacio", ha destacado, e indica que se necesitaría una gran cantidad de combustible para poder volver "o aprender a fabricarlo en el planeta".
Por otro lado, el lanzamiento más inmediato, el de hoy, tendrá una duración de entre seis y siete días y en él viajarán varis maniquís instrumentados que medirán la ambientación a la que se verán sometidos quienes viajen a la luna. De resultar exitoso, el especialista ha indicado que se espera que en 2024 se envíe una segunda misión (el Artemis 2), entonces sí con cuatro ocupantes, que orbitarán alrededor del satélite durante varios días.
La Nasa retoma la conquista de la luna. Empieza la cuenta atrás para el lanzamiento mañana de la misión no tripulada Artemis que servirá de prueba para un futuro vuelo con astronautas. La fecha en el horizonte 2025. Una misión a la luna para ir más allá, a Marte.
La revolucionaria tecnología de este telescopio permite explorar todas las fases de la historia cósmica Conoce las diferencias que existen entre los telescopios James Web y su antecesor, el Hubble Mira la entrevista con la ingeniera española Begoña Vila que ha participado en la construcción del Webb Puedes seguir las últimas noticias y actualidad sobre la NASA en Ciencia y Futuro
Un año después de su última hazaña: conseguir el aterrizaje de Perseverance en Marte y contárselo al mundo en español, Diana Trujillo vuelve a liderar un proyecto de la NASA. La ingeniera aeroespacial colombiana cambia el planeta rojo por un satélite: su próximo objetivo será regresar a la Luna. "Esta vez vamos a ir a la luna para quedarnos en la luna, para demostrar no solo que tenemos la tecnología", ha dicho. Medio siglo después, el programa Ares toma el relevo al Apolo en los alunizajes
Rusia anuncia que dejará la Estación Espacial Internacional dentro de dos años, en 2024. Eso sí, La NASA no ha recibido una notificación oficial. Nos hemos preguntado por las posbiles consecuencias de su retirada.
La función principal de Rusia en la Estación Espacial Internacional es mantenerla en órbita. Si su retirada se hace real en 2024 hay que revisar el reparto de tareas. Estados Unidos o Europa podrían encargarse de su propulsión. Pero según los expertos, sustituir a Rusia no es tan sencillo porque también se encarga del control de la estación, es decir operaciones del día a día como esquivar basura espacial. Suplir estas tareas a corto plazo no es fácil.
Estaba ya previsto que el acuerdo de operacion de la estación espacial acabase en 2024.Pero Estados Unidos, Europa y Cánada estarían interesados en una prórroga. Habrá que ver si finalmente Rusia estará o no. Mientras, el objetivo de la Nasa y Europa es construir una nueva estación en torno a la luna para las próximas misiones a finales de la década.
Hace unos días la agencia espacial rusa, Roscosmos, llegó a un acuerdo con la NASA para colaborar en el traslado de tripulaciones a la Estación Espacial Internacional. Washington y Moscú se entendían a pesar de la guerra en Ucrania y de las sanciones. El anuncio lo hizo Rusia justo después de que el presidente Putin relevara al director de Roscosmos Dimitri Rogózin se va con un amplio historial de éxitos tanto en el ámbito civil como en el militar. Ha puesto a punto el misil intercontinental Sarmat, el más potente del mundo, y ha sido beligerante contra las sanciones, anunciando que pondría fin a la cooperación con los países occidentales hasta que las levantaran.
En Las Mañanas de RNE hemos hablado con Santiago Arribas, investigador del CSIC en el Centro de Astrobiología y uno de los responsables del desarrollo de uno de los instrumentos del telescopio James Webb, el "espectógrafo en el infrarrojo cercano" o "NIRPS" por sus siglas en inglés. Ha señalado que con el observatorio "van a poder saber si los planetas fuera del sistema solar tienen características compatibles con la vida", así como conocer su composición química, gracias, entre otros aspectos, al instrumento en cuyo desarrollo ha participado y que permite además conocer su profundidad física o su cinemática.
Además, ha indicado que la vida útil que se le augura al James Webb es de al menos 20 años, tiempo que esperan que podrá durar su combustible gracias a que se encuentra posicionado en un punto en el que la gravedad del sol y la tierra se equilibran y le permiten no tener que consumir grandes cantidades. Y confía en que en estos años les permitirá obtener datos de muy alta calidad, así como "realizar proyectos científicos muy interesantes".