Antes de las elecciones, más del 30% de los venezolanos que todavía residía en el país manifestaba su intención de marcharse en caso de un nuevo triunfo del actual presidente, Nicolás Maduro. El mandatario niega que en la diáspora haya cerca de ocho millones de personas. Es la cifra que da ACNUR, la oficina de Naciones Unidas, y que podría aumentar si no hay una salida inminente a la crisis. En la vecina Colombia, que ya recibió el mayor porcentaje del éxodo venezolano, y en el gigante Brasil volvería a recaer probablemente esta acogida.
Mientras se realiza el peritaje para el recuento de las actas electorales tras las elecciones de Venezuela, el presidente del país, Nicolás Maduro, denuncia ataques cibernéticos a la red venezolana desde países como España y, en concreto, de la ultraderecha. Entretanto, el mandatario espera la sentencia del Tribunal Supremo una "bomba de oxígeno" que apoye su victoria tras el recuento. En cambio, la oposición exige un recuento de las actas de forma independiente, pese a las amenazas de detención que pesan sobre sus principales líderes.
El Tribunal Supremo de Venezuela ha comenzado a revisar las actas físicas de las elecciones presidenciales. Tres magistrados, entre ellos la presidenta, han acudido a la sede del Consejo Nacional Electoral. La oposición, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea exigen a Nicolás Maduro —quien se declara ganador— que publique las actas y permita una verificación imparcial de los resultados. Desconfían del Supremo por su afinidad con el chavismo. La supuesta victoria de Maduro es cuestionada dentro y fuera del país.
Protesta mundial contra Maduro con movilizaciones en más de 350 ciudades. La oposición al chavismo ha pedido que se publiquen las actas electorales y que liberen a los detenidos durante las protestas.
Foto: Manifestación contra Maduro en Caracas (Federico PARRA/AFP)
Los resultados en Venezuela han dividido al continente en tres grupos: los países que no reconocen el triunfo del oficialismo, los gobiernos incondicionales a Nicolás Maduro y el eje Brasil, México y Colombia, que antes de pronunciarse reclama las pruebas de la victoria. Maduro siente respeto por sus homólogos de izquierda, aunque en estos últimos años ha sabido gobernar ajeno a las críticas de la región.
Foto: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un acto en Caracas EFE/Prensa Miraflores)
El portavoz de la oposición venezolana en España, Antonio Ledezma, ha expresado sus dudas sobre la imparcialidad del expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, a la hora de ejercer una posible mediación en Venezuela. "Yo me acuerdo del Zapatero que fue a Venezuela a tratar de liberar presos políticos, pero de allí en adelante ha convalidado las andanzas dictatoriales de Maduro. Hasta este momento no ha dicho esta boca es mía. Está prácticamente desaparecido y ese silencio es atronador", asegura Ledezma.
Ledezma cree que el Gobierno español debe dar un paso más y reconocer la victoria de la oposición en las elecciones del pasado 28 de julio y pide a la comunidad internacional que presione a Maduro para que admita su derrota y detenga "el baño de sangre" que se está produciendo en Venezuela. "No se puede hablar de nuevas elecciones. Eso sería renunciar a lo que los venezolanos expresaron en las urnas".
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, comparece este martes ante la comisión del Senado para informar sobre la política del gobierno español hacia Venezuela tras las recientes elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que tanto Nicolás Maduro como la oposición reclaman la victoria. La comparecencia se hace a petición propia y tras haberlo pedido también el PP.
En unas declaraciones previas a los medios, Albares ha asegurado que el Gobierno español "trabaja para conseguir una solución dialogada, negociada, como solicita la oposición venezolana, y por eso hablo hablamos tanto con el gobierno venezolano como con la oposición". Albares ha revelado que "ayer mismo [en referencia al lunes] hablé con el canciller Iván Gil, y con María Corina Machado y Edmundo González".
El ministro ha defendido la labor del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que actuó como observador en las elecciones, y que ha sido muy criticado por el PP.
En Venezuela, dos semanas después de las elecciones, la comunidad internacional sigue buscando una salida negociada a la crisis. Estados Unidos habría ofrecido una amnistía a Nicolás Maduro a cambio de que deje el poder, según publica el Wall Street Journal. A la presión social e internacional contra el dirigente chavista se suma la de hackers (piratas informáticos) que han tumbado varias páginas web del oficialismo. El colectivo Anonymous vierte a diario amenazas cibernéticas.
El enfrentamiento entre el chavismo y la oposición también se batalla en las redes. Si hace unos días el presidente ordenaba el bloqueo de X y pedía a sus seguidores cerrar WhatsApp, ahora YouTube contraataca. La plataforma acaba de eliminar el canal del número dos del oficialismo, que presentaba uno de los programas de opinión más populares del Gobierno.
Aunque el activismo está en redes, la oposición no quiere que se enfríen las calles y llama a una nueva movilización para este sábado. Mientras, Maduro espera impaciente la sentencia del Supremo, encargado del peritaje de los resultados. El Alto Tribunal, bajo el control chavista, advierte que su fallo será inapelable. En esta lucha, que se prevé larga y compleja, las expectativas están puestas en los aliados de Venezuela que siguen reclamando la publicación de las actas. Los presidentes de Brasil, México y Colombia podrían mantener esta semana la conversación que tienen pendiente con Nicolás Maduro.
Maduro sigue su ofensiva contra quienes se atreven a no reconocer su victoria en las urnas. La última batalla la ha emprendido contra Elon Musk, el dueño de X. La red social estará 10 días suspendida en Venezuela.
Mientras persisten las protestas, Maduro se niega a presentar las actas.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha ido un paso más allá en su batalla dialéctica contra Elon Musk y ha ordenado el bloqueo temporal por 10 días de la red social X, de la que el magnate sudafricano es propietario.
Con esta decisión, Maduro busca que la empresa presente "recaudos" ante las autoridades del país caribeño. En un acto político en Caracas este pasado jueves, el mandatario ha asegurado que ha firmado la propuesta de suspender X, elaborada por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, con la finalidad de "hacer respetar las leyes".
Además, el presidente ha acusado a Musk de formar parte de un "golpe de Estado cibernético" en su contra.