Este martes se emite en Estados Unidos un concierto grabado en la Casa Blanca hace un mes y con el que Barack Obama empieza a despedirse de la presidencia.
Faltan más de dos meses para que Trump sea oficialmente presidente pero ya ha matizado algunas de sus promesas estrella. Por ejemplo, ya no habla de deportar a todos los inmigrantes irregulares. Otra de sus promesas, construir un muro en la frontera con México, también tiene matices: habrá partes de muro y partes de valla.
Donald Trump deportará hasta tres millones de inmigrantes que tengan antecedentes penales cuando sea presidente. Lo ha dicho en la primera entrevista que ha concedido tras las elecciones.
En Estados Unidos, miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades para mostrar su rechazo al presidente electo. A pesar de la fuerte presencia policial, algunas manifestaciones han derivado en disturbios y hay decenas de detenidos.
En ciudades como Nueva York, Chicago o Las Vegas vuelven a concentrarse bajo el lema "no es mi presidente".
Seguidores anónimos han dejado flores de madrugada y mensajes de agradecimiento en la casa de Montreal de ese trovador que ha puesto la banda sonora a varias generaciones.
Dos de ellos, vecinos de Nueva York desde hace muchos años, nos han contado sus impresiones sobre el nuevo escenario que se abre en el país.
El magnate republicano no ha buscado la polémica, mucho más atemperado y moderado. Con Obama, se le pudo ver diplomático.
Miles de personas en Estados Unidos han vuelto a salir a la calle para protestar por la victoria electoral del magnate republicano. Unas manifestaciones -la mayoría pacíficas- que se han multiplicado convocadas por las redes sociales.
ANA JIMÉNEZ - Decenas de neoyorquinos escriben sus sentimientos sobre la victoria del magnate en las elecciones presidenciales en una instalación artística del metro de la ciudad, abierta a que los pasajeros se expresen con mensajes escritos en post-it.
