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El ataque ha ocurrido de madrugada en Al Mawasi, en el suroeste de Gaza, mientras decenas de desplazados palestinos dormían en sus tiendas de campaña. En la zona, designada como "segura" por Israel, los supervivientes indicaron que cayeron cinco misiles y que familias enteras quedaron sepultadas bajo tierra. Más de dos millones de gazatíes han sido desplazados de sus hogares desde el inicio de la guerra. Algunos hasta diez veces. Esto ha ocurrido en una zona designada por Israel como humanitaria y supuestamente segura. Por su parte, Israel dice, sin presentar pruebas, que en ese lugar se escondían terroristas de Hamás, algo que la organización islamista ha negado. 

Más de 40 personas han muerto y al menos 60 están heridas por el último gran bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza. En esta ocasión, sobre una zona humanitaria en el sur, en Jan Yunis, donde se refugiaban cientos de desplazados. 

Al menos cuatro misiles han caído en el campamento gazatí de Al Mawasi. Familias enteras bajo montañas de arena y tiendas de campaña incendiadas y las víctimas superan el centenar, entre heridos y fallecidos. El enclave es una zona humanitaria donde vivían hacinados miles de desplazados. Aparentemente, un espacio libre de bombas. 

Según Israel, su objetivo era un centro de mando de Hamás, matar a terroristas camuflados entre los civiles, aunque el grupo islamista niega estar presente en este campamento y los propios residentes mantienen lo mismo.

Una zona que, pese a su condición de humanitaria, ya fue atacada por Israel en julio. Entonces murieron 90 personas. Ahora, se repiten allí esas escenas de drama y barbarie.

FOTO: Bashar TALEB / AFP

En Gaza, no habrá este año curso escolar. Los colegios están destruidos por las bombas o se han convertido en refugios y más de medio millón de estudiantes vuelven a quedarse sin clase. Israa Abu Mustafa es una profesora palestina que camina cada día entre ruinas hasta llegar a una tienda de campaña donde ha improvisado una pequeña escuela. Quiere dar un poco de consuelo a los niños a través del aprendizaje. Empezó reuniendo a un puñado de niños y ahora son más de 200 en esta escuela improvisada en Al Mawasi, donde se refugian miles de familias desplazadas. 

Foto: TVE

Este lunes ha comenzado oficialmente el nuevo curso escolar en los territorios palestinos, con todas las escuelas de Gaza cerradas tras 11 meses de guerra y sin señales de alto el fuego.

Ante la falta de infraestructuras, se están organizando escuelas de campaña en los campos de refugiados para que los niños, de todas las edades escolares, puedan encontrar un poco de distracción en el aprendizaje.

"Nos falta material escolar y libros", denuncia una maestra en Gaza, quien añade que, "la mayoría de estudiantes los ha quemado para cocinar" y explica ya es el "segundo año escolar en el que los estudiantes se han visto privados de la educación más básica".

Foto: Omar AL-QATTAA / AFP

Al menos tres israelíes ha muerto en un tiroteo en el paso de Allenby, en la frontera entre Jordania y Cisjordania ocupada, según ha informado autoridades israelíes. El atacante ha sido abatido en el lugar de los hechos, ha indicado el Ejército del país sin dar detalles sobre la identidad del atacante, al que califica de "terrorista". Foto: REUTERS/Ammar Awad

Cuando se cumplen once meses de guerra en Gaza, la cifra de muertos no deja de subir y se acerca ya a los 41.000. Mientras, sigue la violencia en la Cisjordania ocupada. Además, un ataque israelí en el sur del Líbano ha dejado al menos tres fallecidos, según han denunciado las autoridades del país.

Foto: Miembros de las fuerzas de seguridad palestinas llevan el cuerpo de la niña de 13 años fallecida tras ser alcanzada por una bala perdida del ejército israelí (JAAFAR ASHTIYEH/AFP)

EE.UU. ha pedido una investigación por la muerte de la activista estadounidense de origen turco Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, este viernes cerca de Nablus. La mujer, que trabajaba como voluntaria en el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, sus siglas en inglés), recibió un disparo de las fuerzas israelíes mientras participaba en la marcha semanal pacífica en la aldea de Beta contra la expansión de los asentamientos. Foto: Courtesy of the Eygi family/International Solidarity Movement via AP.

El largo asedio israelí en ciudades como Yenín deja un paisaje desolador. Los vecinos han tenido que esperar a que salieran los soldados para enterrar los cuerpos que aún estaban en la morgue. Una multitud ha despedido esta mañana a varios milicianos, en un funeral cargado de tensión, entre ráfagas de disparos y gritos contra la ocupación. 

En las calles, los daños de esta larga ofensiva israelí son evidentes. El Ejército ha destruido vías y carreteras y ha dejado a buena parte de la población sin luz y sin agua.

Samy cuenta que los soldados le obligaron a salir y a llevarse a su familia, entre ellos a su madre de 85 años. Luego arrojaron una granada incendiaria. Nadie le ha dado ninguna explicación y no sabe cómo reparar todo. Trabaja en el ayuntamiento pero no le pagan desde hace 8 meses.

Durante la ofensiva israelí, la población ha permanecido confinada en sus casas, aterrorizada, escuchando disparos y explosiones. 

Los soldados también entraron en casa de Mahmud y se lo llevaron detenido. Ha estado esposado cuatro días en una base militar, privándole de comida y del sueño, dice. Se han llevado a dos de sus hermanos detenidos. Sin cargos. 

El Ejército israelí asegura que ha eliminado a terroristas y se ha incautado de armamento. El ministro de Defensa dice que "solo han cortado el césped y que volverán para arrancar las raíces". 

FOTO: Mohammed Turabi/IMAGESLIVE via ZUMA Press Wire/dpa

Israel mantiene su ofensiva sobre Cisjordania. Allí denuncian que el Ejército detiene a ciudadanos palestinos sin pruebas ni cargos, menores incluidos, que pueden pasar meses en la cárcel. 

En las afueras de Ramala, en Cisjordania, vive Sohei, un arquitecto palestino con sus cuatro hijos. Nos cuenta que su vida cambió de repente cuando el pasado 21 de agosto irrumpieron en su casa 12 soldados israelíes en vehículos militares preguntando por el menor de sus hijos. Y entonces, entraron en la casa, revolvieron cajones, armarios, sacaron los libros y se llevaron al niño detenido.

"Le esposaron y le detuvieron, insistían en encontrar su teléfono", cuenta el padre, quien asegura que ninguno de sus hijos tiene contacto con milicianos y que detienen a niños y adolescentes sin pruebas. Ammar permanece desde entonces en situación de detención administrativa, sin cargos. 

Hay 250 menores palestinos en prisiones israelíes y 41 de ellos en "detención administrativa". El más pequeño tiene 14 años. 

FOTO:Nasser Ishtayeh/SOPA Images via / DPA