El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enmarcado en la "normalidad" su "minoría parlamentaria" en el Congreso de los Diputados y se ha comprometido a "garantizar la estabilidad" de la legislatura en base al diálogo con los diferentes grupos parlamentarios. "Voy a sudar la camiseta para garantizar la estabilidad", ha querido dejar claro. Sobre el acuerdo con Junts, ha dejado claro que no se pueden transferir a la Generalitat de Cataluña las competencias en el control de las fronteras.
Entrevistado en RNE, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha relativizado la inestabilidad de la legislatura y ha recordado los avances de su anterior mandato. En un símil deportivo, se ha comprometido a "sudar la camiseta hasta la última gota".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoce en RNE que las votaciones ajustadas van a ser la normalidad de esta legislatura, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones del 23 de julio: “Tenemos que hacer del diálogo, de la negociación, el principal activo para poder alcanzar consensos”. Pone en valor que esa negociación está consiguiendo que partidos independentistas participen en la gobernabilidad de España: “En relación con Junts y ERC, estamos viviendo lo mismo que en la anterior legislatura, el mismo debate con Bildu. Creo que se les incorpore a Bildu, a ERC, a la democracia, a tener posiciones constructivas, es una extraordinaria noticia”. En todo caso, añade que no hay un pacto de Gobierno o legislatura con Junts y que no será fácil: “En un parlamento fragmentado, como el nuestro, lograr votaciones ajustadas en favor de la mayoría es el camino y la normalidad” En este contexto, reconoce que habrá negativas: “Habrá momentos en el que estemos en minoría, pero tendrán que explicarlo (...) Me comprometo a garantizar la estabilidad durante cuatro años. Voy a sudar la camiseta hasta la última gota porque creo que merece la pena”.
La siguiente gran negociación sobre la mesa es la de los PGE: “Estamos trabajando a tope (…) Pactar es sudar la camiseta para lograr conquistas y avances sociales: sin duda alguna. Lo dije en la campaña y lo repito: Buscaré votos debajo de las piedras”.
No confía en llegar a acuerdos con el PP y acusa a Feijóo de no tener las manos libres: “No tenemos un líder independiente. Es un partido que da lecciones de constitucionalismo pero que no se los aplica”. Sobre la afirmación de Feijóo de que podría haber un referéndum en Cataluña, contesta: “Lo que es una evidencia es que se hicieron dos referéndums con el PP. Desde que yo soy presidente eso no ha pasado y desde que soy presidente se respeta la Constitución”.
En RNE, el presidente del Gobierno confirma que se reunirá con Puigdemont y Junqueras, por “coherencia” pero niega haber mantenido ningún tipo de contacto con el que fuera presidente de la Generalitat durante estos meses: “No, porque no se dan las condiciones. Cuando se apruebe la Ley de Amnistía tengo que ser coherente y verme con él y con Junqueras”.
Defiende el acuerdo del pasado miércoles para transferir las competencias en materia de inmigración y añade que hablará sobre ello con el resto de CCAA: “Una vez que el pacto de migración y asilo está acordado, tenemos que revisar muchas de estas políticas para hacerlas más efectivas y solidarias. Hay materia en la podemos entendernos”.
Sánchez no se opone que la Comisión Europea actúe como mediador para renovar el CGPJ y confía en que finalmente podrá haber una renovación. “Si el PP quiere que la CE interceda, encantados. Hemos mostrado siempre una disposición total y absoluta. No tiene sentido que el CGPJ refleje todavía la mayoría absoluta de Raioy”.
Defiende la postura del Gobierno con la crisis de los pélets y espera alcanzar un acuerdo en las próximas semanas sobre el consumo de pornografía a través de internet por parte de los menores. En este marco, habla de “auténtica epidemia”.
Concluye anunciando que España valorará la petición de EEUU para España aporte algunos oficiales de enlace a la operación en el Mar Rojo, pero reitera que no habrá participación directa: “Somos un socio fiable y leal. Comprendemos que esta misión del mar rojo nada tiene que ver con la Atalanta y lo que queremos es estudiar esta misión”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aclarado en RNE que la política de inmigración tiene tres aspectos y que el control de fronteras y la capacidad de expulsión es exclusivamente del Estado. Matiza que la integración de los migrantes y la política social corresponde a las comunidades autónomas en colaboración con la Administración central.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subraya en una entrevista al diario El País que la competencia para expulsar migrantes corresponde a la Administración Central y que en un estado autonómico la trasferencia de competencias no es un chantaje.
"Más y mejor empleo, más derechos y mejora de la convivencia". Son los deberes que Sánchez ha puesto a su Gobierno para esta legislatura tras la reunión informal que han mantenido en la finca de Quintos de Mora.
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"Yo creo que el Gobierno se ha dado un tiro en el pie, no nos podemos fiar", expresa la diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Cristina Valido, sobre el pacto 'in extremis' con Junts. En el programa 'Parlamento', Valido urge al Gobierno a cumplir el compromiso con su formación de modificar la ley para asumir la competencia de la atención a los menores migrantes no acompañados. "Se tiene que cumplir para contar con nuestro voto, que lo van a necesitar mucho" y, preguntada sobre el posible traspaso de competencias de inmigración a Cataluña, expresa: "Si hacen cesiones a determinadas comunidades, el problema lo tendrán ellos". Sobre el compromiso con Junts, la diputada dice que "hay que hacer un análisis en profundidad", ya que "surgen muchas dudas de hasta dónde el Estado puede hacerlo sin incumplir la Constitución".
La delegación de las competencias de inmigración que pactaron, in extremis, gobierno y Junts, ha agrandado el enfrentamiento entre los de Puigdemont y Esquerra. Junts ha endurecido su discurso sobre inmigración y los republicanos les advierten de que ese camino es peligroso. También preocupa a los socios del bloque progresista, aunque Moncloa rebaja el alcance del acuerdo.