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Tras ocho años al frente del Gobierno de las Islas Baleares, con Podemos y los ecosoberanistas de Més per Mallorca en el Ejecutivo, Francina Armengol asume el reto de convertirse en la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, en sustitución de Meritxell Batet. Armengol, con la confianza plena de su partido, ha sido una de las bazas del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para contar con el apoyo de las formaciones nacionalistas en la Cámara Baja a las que necesitará también en un futuro inmediato para su posible investidura.

Foto: Francina Armengol ocupa su puesto como nueva presidenta del Congreso en la constitución de las Cortes. REUTERS/Violeta Santos Moura.

La presidencia del Congreso lograda por el PSOE podría ser clave para que su líder, Pedro Sánchez, logre ser investido de nuevo presidente del Gobierno. Los partidos independentistas catalanes, ERC y Junts per Catalunya, han diferenciado la negociación para la constitución de la Mesa del Congreso, de la que comienza tras la constitución del Congreso, bajo la presidencia socialista. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, también cree que tras la Constitución del Congreso comienza una nueva etapa negociadora, mientras que la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, reconoce que comienza un trabajo "muy duro" para lograr un nuevo Gobierno de coalición.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo en La Moncloa. EFE/ Sergio Pérez

El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha confirmado que votarán a favor de la propuesta socialista para que la presidenta de la Cámara Baja sea la balear Francina Armengol. “Tenemos el compromiso de que va a haber un reconocimiento de la pluralidad existente en el Congreso”, ha asegurado Rego que ha desvinculado esa votación de la de la posible investidura de Pedro Sánchez. “Esa será una segunda fase y ahí, ya dijimos que vamos a impedir que haya un gobierno de la derecha y la ultraderecha, pero no vamos a dar un cheque en blanco a nadie. Hay una agenda galega sobre la mesa que los partidos que aspiran a conformar el Gobierno deben tomar en consideración”, ha advertido.

Las incógnitas en el Congreso son certezas en el Senado: el PP tiene mayoría absoluta holgada y controlará la presidencia y la Mesa. En el caso de que salga adelante una coalición de izquierdas los populares podrían ralentizar desde la Cámara Alta las iniciativas de ese posible Gobierno.