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  • Este domingo más de nueve millones de portugueses están llamados a votar
  • El último sondeo publicado da ventaja a los conservadores
  • El primer ministro vuelve a enfrentarse a las urnas 20 meses después
  • La crisis económica le ha impedido completar su segundo mandato
  • Su programa se basa en política social, energías limpias y nuevas tecnologías

También hay elecciones en Portugal. Allí, más de nueve millones de electores decidirán quien gobernará el país bajo el duro plan de ajuste exigido por el FMI y la Unión Europea, y bajo la crisis más grave de las 4 últimas décadas. En unas horas, ya estará todo dicho en la campaña para estas elecciones anticipadas.

A dos días de las elecciones en Portugal, el último sondeo da ventaja a los conservadores. Lo cierto es que, dos meses después de la dimisión del gobierno socialista de Jose Socrates, gane quien gane se enfrenta a un durísimo plan de ajuste impuesto a cambio de la ayuda externa y a la peor crisis económica en las últimas cuatro décadas.

Por unanimidad, una vez vencidos los recelos finlandeses, el Ecofin ha dado el visto bueno al plan de rescate a Portugal. Supondrá una inyección económica de 78.000 millones de euros en tres años destinados a sanear las cuentas públicas, acometer profundas reformas estructurales y reforzar el sector bancario.

La parte del préstamo concedida por los 27 será a un tipo de interés cercano al 5,5%, mientras que la del Fondo Monetario Internacional oscilará entre 4,25% y el 5,25%. La contribución española será en forma de garantías.

También ha quedado cerrado el debate sobre la sustitución de Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo. Su sustituto será el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi.

En Lisboa se daba por hecho que se iba aprobar la ayuda a la economía de Portugal. Los políticos están en precampaña electoral pero todos saben que, gobierne quien gobierne, contará con esos 78.000 millones de euros para los próximos tres años. Aunque también de que el préstamo va a traer consigo: más impuestos, recortes en las pensiones más altas, en las prestaciones sociales, salud y educación de copago y privatización de empresas públicas, entre otras muchas medidas. La meta es reducir el déficit público al 3% en 2013. La consecuencia: que esta austeridad exigida por Europa llevará a Portugal directo a la recesión.

La Comisión Europea no ha tardado en asegurar que la detención de Strauss-Khan no afectará a los rescates en la Eurozona. Este lunes se ha reunido el Eurogrupo para aprobar el rescate portugués. El préstamo de 78.000 millones de euros ha salido adelante por unanimidad. Además se ha tratado la situación límite de Grecia, que podría necesitar otros 60.000 millones y la petición irlandesa de rebaja en los intereses por el préstamo que le concedieron hace unos meses.