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Manifestaciones en Estados Unidos de signo contrario entre seguidores del Ku Klux Klan y defensores de los derechos de los negros. Los primeros en manifestarse han sido los educadores y abogados por la justícia que se han concentrado en las escaleras del Capitolio de Carolina del Sur. 

La Gobernadora de Carolina del Sur ha pedido que se retire la bandera confederada que ondea frente al Congreso del Estado. Es la misma que exhibió el autor del tiroteo en el que murieron 9 personas la semana pasada en una iglesia de la comunidad negra de Charleston. La enseña de los Estados secesionistas que se enfrentaron a los del norte. Para unos, una seña de identidad y un legado histórico. Para sus detractores, recuerda la esclavitud del siglo XIX. Esta polémica ha reabierto el debate sobre el racismo en Estados Unidos, y se ha colado en la campaña electoral para las presidenciales del año que viene.

Piden que se retire la bandera de la Confederación de edificios públicos como el Capitolio de la ciudad de Columbia, capital de Carolina del Sur. El rechazo a esta bandera aumenta tras episodios como la matanza en la histórica iglesia afroamericana de Charleston.

El joven Dylann Roof, sospechoso del tiroteo en una iglesia negra de Charleston, Carolina del Sur, en el que murieron nueve personas, ha confesado ser el autor de la matanza, según informan medios estadounidenses. Y ha dicho que su motivación era racista.

Al menos nueve personas han muerto en un tiroteo ocurrido en una iglesia de la comunidad negra de Charleston (Carolina del Sur, Estados Unidos), según ha informado este jueves su alcalde Joseph Riley.

La Policía ha detenido y esposado a un hombre con una mochila en las inmediaciones pero posteriormente ha infomado de que el sospechoso seguía en busca y captura. Los agentes buscan a un varón blanco de unos 21 años que entró en el templo disparando indiscriminadamente.

La condena de partidos y entidades ciudadanas ha sido este domingo prácticamente unánime contra los polémicos tuits del concejal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, que han salpicado al gobierno municipal de Manuela Carmena. La polémica comenzó tras conocerse unos tuits de Zapata, publicados en 2011, considerados antisemitas y ofensivos para las víctimas del terrorismo, lo que ha obligado al edil a cerrar su perfil en la red social Twitter, después de pedir disculpas por el daño causado. La recién investida alcaldesa de Madrid no descarta cesarle y asegura que hablará este lunes para reflexionar "con templanza" sobre lo que hará con el edil.