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En 'Las Mañanas de RNE' abrimos el libro "Sentirán el aliento de Turquía en la nuca" de Javier Biosca. "Es una cita del que hoy es jefe de los servicios secretos turcos, que adoptó el propio Erdogan y que refleja bastante bien su mandato, que es ira por todos sus opositores". En este momento, tras la caída del régimen de Al Asad en Siria, Biosca explica que el papel de Turquía ha sido fundamental. "Ha sido la única potencia extranjera que ha permanecido fiel apoyando a las fuerzas insurgentes". Biosca asegura que esta fidelidad no es tanto por ir contra el régimen de Al Asad, sino por el papel de las fuerzas kurdas en el norte de Siria y en la frontera con Turquía.

Las autoridades turcas investigan como atentado terrorista la explosión de una bomba en Ankara, a las puertas del Ministero del Interior. Al menos uno de los atacantes ha muerto. Hay dos policías heridos. Hoy era el primer día de sesión en el parlamento turco tras el receso del verano.

FOTO: Miembros de las fuerzas de seguridad turcas en el lugar donde se ha producido la explosión. Adem ALTAN / AFP

El presidente turco se siente a gusto en su papel de mediador con Vladimir Putin. Consiguió que Rusia firmara en julio de 2022 un acuerdo a tres bandas con Turquía y la ONU para desbloquear la exportación de grano ucraniano a través del Mar Negro. Pero expira en 10 días y Moscú no quiere prorrogarlo. Por eso es vital, de nuevo, la intervención turca y el presidente ucraniano lo sabe.

Recep Tayyip Erdogan ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Turquía. El presidente logró imponerse al su rival opositor, Kemal Kiliçdaroglu, con el 52,1% de los votos frente al 47,9% del socialdemócrata.

La alianza de múltiples partidos políticos con ideologías muy distintas entre sí, no ha sido capaz de derrotar a un Erdogan con un discurso más nacionalista y que ha hecho valer su figura como líder fuerte, capaz de sacar a los turcos de la crisis y de mantener la gran influencia internacional que Turquía ha ganado en sus más de 20 años en el poder.

En RTVE Noticias, hemos hablado con Eduard Soler, profesor de Relaciones Internaciones por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), especializado en Turquía, para analizar las claves de la victoria de Erdogan, qué podemos esperar en su nuevo mandato para los próximos cinco años, en qué situación deja a la oposición la derrota electoral y si es posible que Turquía siga con su deriva autoritaria.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con un mensaje muy centrado en el nacionalismo, logró imponerse finalmente a su rival socialdemócrata, Kemal Kiliçdaroglu, en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales inédita. Pero la diferencia entre ambos ha sido pequeña, lo que deja al país bastante dividido.

La crisis de los refugiados sirios ha centrado el debate electoral y puede condicionar las relaciones con Europa. Tras la victoria, Bruselas espera profundizar en sus relaciones.

Foto: AP Photo/Ali Unal

Segunda vuelta sin precedentes en Turquía para elegir a su presidente. Tayip Erdogan parte el domingo como favorito para seguir en el poder, tras ganar en primera vuelta al opositor Kilçdaroglu. En esta segunda vuelta el voto ultranacionalista es decisivo; eso ha convertido a los refugiados sirios en diana electoral. Taha y Abdurraman son dos de los 130.000 refugiados sirios que votarán el domingo. Han conseguido la nacionalidad gracias a sus estudios superiores y su dominio del turco. La promesa de la oposición de expulsar a los refugiados sirios influirá en su elección. "Voto a Erdogan poque no tengo remedio… tampoco me gusta porque ha crecido el sentimiento anti sirio, sobre todo tras la crisis económica", lamenta Taha.

El domingo se celebra en Turquía la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, convertidas en un "cara a cara" entre el presidente actual, Recep Tayyip Erdogan, ultranacionalista islámico, y el líder de la oposición, de centro-izquierda y laico, Kemal Kiliçdaroglu. Una carrera electoral en la que será decisivo el voto de la ultraderecha de Sinan Ogan, que cosechó el 5% del escrutinio en la primera vuelta del pasado 15 de mayo. 

Foto: EFE/EPA/ERDEM SAHIN

Las urnas ya están cerradas para los turcos que votan en Alemania. Un millón y medio tienen derecho al voto. En la primera vuelta lo ejercieron algo menos de la mitad, y el resultado fue muy claro: dos de cada tres respaldaron a Erdogan. De este mensaje han tomado nota en Alemania, que se pregunta por qué ciudadanos de origen turco que disfrutan de una democracia avanzada apoyan a un presidente autoritario y que restringe las libertades en Turquía.
El fenómeno no es exclusivo de Alemania. Ha sucedido algo muy similar en Francia, en los Países Bajos, en Bélgica, pero no, por ejemplo, en el Reino Unido. Los expertos creen que la clave podría estar en el origen de esa inmigración.
Alemania es el país donde más inmigrantes turcos viven. Su voto cuenta, y mucho, en estas elecciones. Para esta segunda vuelta se espera prácticamente la misma participación y los mismos resultados.
FOTO: Ina FASSBENDER / AFP

Hablamos de los principales puntos previstos para esta semana en la agenda europea con nuestro corresponsal en Bruselas, David Vidueiro. Además, analizamos los resultados de la primera vuelta de las elecciones en Turquía, donde el actual presidente pierde la mayoría absoluta. Erdogan ha conseguido un 49'5%, mientras que la oposición, unida, ha logrado el 45%. El enviado especial a Estambul de Radio Nacional, Guillaume Bontoux, nos cuenta que ya es oficial que se va a celebrar la segunda vuelta, programada para el día 28 de mayo. Y, por último, entrevistamos a Carme Colomina, especializada en Unión Europea, desinformación y política global, con quien charlamos sobre la gira europea del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
 

Recep Tayyip Erdogan aspirará a revalidar el cargo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Turquía dentro de dos semanas. Con el recuento de los votos aún en marcha, y en medio de denuncias de manipulación por parte de la oposición socialdemócrata, Erdogan ha ganado las elecciones, si bien por un estrecho margen y perdiendo la mayoría absoluta que ganó en 2014 y revalidó en 2018. El recuento, aún no oficial, de varios medios da al jefe del Estado el 49,5% de los votos, cuatro puntos más que el candidato del bloque opositor que une a socialdemócratas, nacionalistas e islamistas, Kemal Kiliçdaroglu. Con todo, ese dato se basa en el escrutinio facilitado por los partidos y difundido por los medios, y no del recuento oficial de la Comisión Electoral, que va más lento en su introducción de los votos en el sistema.

Foto: El presidente turco, Tayyip Erdogan habla a la multitud en Ankara, celebrando que ha pasado a la segunda vuelta de las presidenciales. REUTERS/Umit Bektas.

Turquía celebra este domingo las elecciones presidenciales y parlamentarias más reñidas de los últimos años. La carrera por el 'Palacio Blanco' presidencial enfrenta al actual líder, Recep Tayyip Erdogan, que busca su reelección tras 20 años en el poder, con una oposición unida pero muy diferente entre sí. Foto: EFE/EPA/ERDEM SAHIN. 

Recep Tayyip Erdogan ha marcado la política turca de las últimas dos décadas, y este domingo se enfrenta a las que probablemente sean las elecciones más reñidas desde que asumió el poder. Según las últimas encuestas, Erdogan se arriesga a perder la presidencia de Turquía si no consigue más del 50% de los votos en esta primera vuelta, y su partido, Justicia y Desarrollo, dejaría de ser la primera fuerza en el Parlamento. Un partido, el AKP, que fundó en el año 2001, bajo el paraguas de un programa moderado, de centro-derecha, que buscaba equipararse con la democracia-cristiana en Europa. Bajo estas premisas, Erdogan logró convencer a los sectores conservadores y religiosos, y a los liberales, y con una abrumadora mayoría se convirtió en primer ministro de Turquía en marzo de 2003. Uno de sus principales objetivos como mandatario era el ingreso de su país en la Unión Europea. Así lo defendió ante su entonces homólogo estadounidense, George Bush. Pero, gradualmente, el AKP y su líder comenzaron a cambiar, adoptando una deriva más autoritaria. Prueba de ello fue la reforma constitucional de 2010, que permitió al partido de Erdogan "monopolizar" la judicatura o la represión de los manifestantes que protestaban en el parque Gezi, en Estambul, tres años después. Estas movilizaciones ciudadanas se convirtieron en uno de los mayores desafíos populares para Erdogan. De ellas nació un movimiento antigubernamental que se fue extendiendo por todo el país.

Entre gritos de "Gobierno, dimisión". Naciones Unidas y algunas ONGs internacionales han denunciado graves violaciones de los derechos humanos en Turquía en los últimos años. Pero el presidente Erdogan conserva buena parte de su base electoral. En los comicios de este domingo, el factor económico también juega un papel importante. La elevada inflación que registra el país y la debilidad de la lira turca merman el poder adquisitivo de los ciudadanos.