Ninguna otra monarquía europea tiene una ceremonia parecida a la coronación que protagonizará Carlos III de Inglaterra el sábado, probablemente por innecesaria. No tiene obligatoriedad constitucional, ni consecuencias legales, su importancia radica en su carácter simbólico. Además, será también una oportunidad para ver a todos los miembros de la familia real británica juntos, también a los más polémicos, el príncipe Harry y el príncipe Andrés.
El Gobierno británico hace encuestas frecuentes para comprobar la adhesión de la población a la monarquía. Pero a veces basta con dar un paseo para hacer una idea de lo que piensan en un barrio. En las calles de Brixton los monárquicos son minoría. "Mucha gente joven está desconectada de la monarquía", dice Heyla, de 19 años. Mientras, en Escocia, tres de cada cuatro personas piensan que la monarquía es cosa de los ingleses.
"Aquí, en Londres, la creencia generalizada es que aportan más de lo que gastan, y por eso son útiles, pero yo como escocés lo que creo es que están ahí porque los ingleses se aferran a lo poco que queda del Imperio que un día gobernaron", dice David.
Unos dobles del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle paseando frente al palacio de Buckingham representan lo más cerca que los seguidores de los duques de Sussex van a estar de poder contemplar en persona a la pareja en la Coronación de Carlos. El príncipe Harry asistirá solo a la ceremonia, que coincide con el cumpleaños de su hijo Archie, que se encuentra en Los Ángeles con su madre.
Tambiénasistirá el príncipe Andrés, despojado por Isabel II de sus afiliaciones militares y sus patrocinios benéficos por su relación con el proxeneta Jeffrey Epstein.
Todos los focos están centrados en Carlos III, pero este sábado también será coronada su esposa Camila. Su camino no ha sido fácil. Buena parte de la prensa británica y la opinión pública le otorgó el papel de "villana" cuando se hizo pública su relación con Carlos, todavía casado con Lady Di, pero en estas dos décadas ha sabido ganarse a los británicos.
Más allá de las encuestas, la presencia de Camila ha sido para el rey algo innegociable desde que llegó al trono. Su madre dejó escrito que la duquesa de Cornualles sería reina consorte y, según reza la invitación oficial para el sábado, cuando toda la familia salga a ese balcón a saludar, Camila será simplemente reina. Foto: REUTERS/Phil Noble/File Photo
La coronación de Carlos III será un evento seguido en todo el mundo. Durante todo el fin de semana del 6 y 7 de mayo, y el lunes 8 declarado de fiesta nacional, el Reino Unido será foco de todas las miradas. El primer día se celebrará el acto en sí de coronación en la abadía de Westminster, pero el evento irá más allá. Veremos al nuevo rey junto a la reina Camila en procesión por las calles de Londres y tampoco faltará el momento balcón con toda la Familia Real.
Al día siguiente habrá un concierto en el Castillo de Windsor que contará con estrellas internacionales y habrá un “gran almuerzo” de los ciudadanos con sus comunidades de vecinos. Y para concluir, en la última jornada, veremos la ‘The Big Help Out’, una iniciativa en la que se pretende que las personas se unan a voluntariados junto a su comunidad.
El rey, que ascendió al trono el 8 de septiembre de 2022, tras la muerte de Isabel II, será coronado junto a la reina consorte, Camila, y recibirá la corona, el cetro y el orbe, los tres símbolos de su reinado, en el mismo escenario que acogió la coronación de su madre hace ya siete décadas, la emblemática abadía de Westminster.
El número de invitados ronda los 2.000, una cifra muy por debajo del número de asistentes a la coronación de Isabel II, en 1953, que llegó a los alrededor de 8.000. Entre los asistentes, se encontrará el príncipe Enrique, que abandonó sus funciones como miembro de la Casa Real en enero de 2020, y ya ha confirmado su asistencia.
Acudirá a Londres sin su esposa Meghan Markle ni sus hijos, que se quedarán en su actual residencia en California. Pero y después, ¿qué? ¿Qué podemos esperar de su reinado? Sobre todo ahora que el país parece más desunido que nunca. ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentará?