En Jarkov, en el este de Ucrania, los ataques rusos han causado víctimas mortales y también heridos, entre ellos voluntarios de la ONG del chef José Andrés 'World Central Kitchen', en uno de cuyos locales ha impactado un misil ruso. Informa el enviado especial de RNE Fran Sevilla.
El Ejército ruso ha dado a este domingo de plazo a las tropas ucranianas para que abandonen la estratégica ciudad de Mariúpol, donde miles de civiles permanecen aún atrapados. No han podido salir debido a los incesantes combates. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski asegura que la situación en Mariupol es inhumana.
No solo los ucranianos están huyendo de su país. Desde que comenzó la guerra, más de 300 mil rusos han abanadonado Rusia, de los cuales 35 mil han encontrado un nuevo hogar en Georgia, la pequeña ex República soviética que rompió relaciones con Moscú por la guerra de 2008. Vladimir huyó por la guerra, ya que podían obligarle a alistarse en el ejército, y porque cree que con 20 años no veía posible desarrollarse en Rusia.
Muchos de los rusos que llegan a Georgia reciben la ayuda de otros compatriotas, como Anton, que salió hace tres años perseguido por su labor política. Sin embargo, los georgianos simpatizan con Ucrania y desprecian a los rusos, que son vistos como agresores y considerados "tóxicos". Hay quien piensa que tener tantos rusos en el país es un riesgo, ya que Putin podría usarlo como pretexto para invadir Georgia de nuevo, y que deben permanecer en su propio país y enfrentarse a Putin. A pesar de todo, Vladimir, como tantos otros, no piensa volver a Rusia de momento: "Mientras Putin esté en el poder, no regresaré".
La localidad de Leópolis ha tenido momentos de alerta y otros de tranquilidad durante los 52 días de guerra. Desde que comenzó la ofensiva rusa, solo ha habido 4 ataques confirmados a objetivos de la ciudad. Sin embargo, en los últimos días las alarmas antiaéreas suenan y la mayoría de sus habitantes suben la guardia. Halina es de Leópolis y agradece la labor de las defensas antiaéreas: "¿Cómo puede ser el ánimo cuando suenan las sirenas, cuando no sabemos qué va a pasar mañana? Gracias a los que nos defienden", expresa. Además, con el paso del tiempo, las propias casas se convierten en refugios. Vitali, ucraniano, dice que sigue la regla de las 2 paredes: se quedan en casa confiando que su construcción sea fuerte.
Informan Carmen Julia Hernández y Luis Montero, enviados especiales a Leópolis
Las alarmas antiaéreas no han dejado de sonar en Ucrania, donde las autoridades confirman que al menos han fallecido 900 civiles desde que comenzó la guerra. En Járkov, donde se han intensificado los ataques en los últimos días, un centro comercial ha sido objetivo de los soldados rusos este sábado. Se trataba de un centro comercial donde había una fábrica de radios, aunque también han sido destruidos otros comercios como restaurantes y farmacias. En uno de estos restaurantes, había voluntarios que preparaban comidas para ser distribuidas por la ONG World Central Kitchen y cuatro de los voluntarios han sido heridos.
Odesa es el principal puerto de Ucrania en el Mar Negro y ahora teme represalias tras el hundimiento del buque insignia ruso, el Moskva. En la ciudad han vuelto a sonar las sirenas antiaéreas.
Ucrania se está preparando para una gran ofensiva rusa en toda la zona del Donbás, en el este del país. Además, la marina rusa sigue bloqueando Mariúpol, donde se han vivido los combates más intensos de la guerra. Ucrania ha dicho que mantiene reductos de resistencia en la ciudad, pero el Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que ha limpiado de tropas ucranianas la urbe.
Foto: Una casa destruida en el pueblo de Yatskivka, en el este de Ucrania (RONALDO SCHEMIDT/AFP)
Las alarmas antiaéreas han sonado este sábado en casi toda Ucrania. Kiev es, de nuevo, objetivo militar de Moscú. Rusia ha anunciado que han destruido una planta militar en la capital con misiles de largo alcance. La policía de Kiev ha encontrado en toda la región más de 900 cadáveres de civiles ejecutados con heridas de bala. El Ejército ucraniano dice que Rusia mantiene su ofensiva en el este para controlar Mariúpol, donde habrían tomado una fábrica de acero. Allí hoy se abre uno de los 9 corredores humanitarios. Y Rusia ha prohibido la entrada al país de Boris Johnson por las sanciones contra altos funcionarios.
Cuando parecía que Moscú se iba a centrar en el este de Ucrania, hoy ha vuelto a bombardear la capital: Rusia asegura que ha destruido una fábrica de vehículos militares en Kiev. También ha habido explosiones al oeste, en Leópolis. Ucrania anuncia que ya ha identificado 900 civiles ejecutados en torno a la capital.
Las fuerzas rusas han vuelto a atacar el centro de Járkov, esta vez contra un centro comercial donde había una fábrica de radios, pero también otro tipo de comercios como restaurantes y farmacias. El bombardeo ha dejado al menos un fallecido y una decena de heridos y las autoridades intentan controlar el incendio que se ha generado. Fran Sevilla, nuestro enviado especial, ha podido ver la destrucción que ha causado. La población de Járkov vive aterrorizada estos continuos ataques.
En la localidad Dergachi, al noroeste de Járkov, siguen viviendo centenares de civiles sin recursos, que sobreviven gracias a la ayuda humanitaria y la labor voluntaria de organizaciones como World Central Kitchen. En pleno frente bélico, la ONG del chef español José Andrés reparte comida a los ucranianos. Allí está Fran Sevilla, nuestro enviado especial
Otro de los principales puntos de acogida de ucranianos en España es la Comunidad Valenciana. En Calpe, un hotel ha ofrecido trabajo y alojamiento a un grupo de refugiados. Su director se fue hace un mes a Járkov con una furgoneta, para llevar ayuda humanitaria y traer a mujeres y niños. Ahora, les ayuda con trámites como el empadronamiento o las matrículas de colegio. Olga es una de las mujeres que se ha alojado en el hotel y cuenta que intenta contactar con su hijo, que aún permanece en Ucrania. Victoria también trabaja en el hotel, ha venido sola desde Ucrania y se muestra agradecida por la ayuda que le ofrecen, aunque espera reunirse pronto con su familia, que se quedó en el país.