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El ministerio de Defensa ruso ha anunciado un alto el fuego para permitir la evacuación de los civiles que se encuentren en la sitiada acería de Azovstal, refugiados con combatientes ucranianos en el sitiado complejo donde sigue la última resistencia a la invasión rusa en la ciudad de Mariúpol, al sureste de Ucrania.

Sin embargo, la viceprimera ministra de Ucrania,  Irina Vereshchukha negado que se haya alcanzado un acuerdo con Moscú para crear un corredor humanitario que permita la evacuación de civiles refugiados en el complejo metalúrgico, y en las últimas horas el Ejército ucraniano ha denunciado ataques aéreos de Rusia contra la planta siderúrgica.

Mala Tokmachka es la última línea de defensa ucraniana en la provincia de Zaporiyia. En la siguiente aldea, a solo cinco kilómetros, están las tropas rusas. Allí se encuentra Fran Sevilla, enviado especial de RNE a Ucrania. El mando militar ucraniano asegura que Rusia ha concentrado una gran cantidad de tropas y de equipamiento militar en esta zona contigua al Donbás, por la que trata de avanzar mientras las fuerzas ucranianas tratan de impedirlo. Se escuchan intensos combates y duros duelos de artillería. Por esa misma carretera, deberían pasar los civiles evacuados de Mariúpol, aunque de momento no parece que esté en marcha.

Dos meses después de que se activaran las primeras sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, los castigos impuestos por Europa siguen sin colapsar del todo su economía. El veto energético sigue sobrevolando, pero los expertos creen que no es viable. El rublo tampoco ha sufrido tanto como se esperaba y, tras el desplome inicial, se acerca a los valores de antes de la invasión.

Además, algunas sanciones se han vuelto en contra de Europa, como el veto al carbón o a las exportaciones agrícolas que contribuyen a aumentar la inflación.

En cambio, sí han castigado al mercado laboral ruso la caída de la inversión y la fuga de 600 empresas internacionales. En 2022 podrían perder dos millones de empleos y acercarse al 9% de paro.

FOTO: EFE/EPA/YURI KOCHETKOV

Mientras, Moscú continúa con su ofensiva en el centro y este de país. Cinco estaciones de tren han sido atacadas por misiles rusos, según Ucrania. En Mariupol, Rusia ha ofrecido la creación de un corredor humanitario temporal para evacuar civiles, pero Ucrania lo ha rechazado porque no no confía en las garantías de seguridad de las tropas rusas.

Rusia quiere conquistar a Odesa para bloquear cuanto antes la salida del país al mar. En esa ofensiva, el Ejército ruso bombardeó el sábado un edificio residencial de unas 20 plantas. Murieron ocho personas, entre ellas una bebé de 3 meses y su madre. Es una zona alejada de instalaciones militares y donde vivían decenas de familias que, ahora, vuelven para comprobar lo que queda de sus casas. Les han acompañado los enviados especiales de RNE, Aurora Moreno y David Velasco.

¿Por qué hay rusos que no se creen la guerra que les cuentan sus familiares ucranianos? La respuesta está en la propaganda. Nos lo explica Miguel Vázquez Liñán, profesor de periodismo de la Universidad de Sevilla y autor del libro "Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin".

Alina observa su barrio destruido en Járkov y reflexiona sobre los vecinos que se han ido a otras zonas de Ucrania y siguen sin sentirse seguros.

La foto la hace Luis Montero, nuestro técnico de sonido en Leópolis, que nos lleva a un paseo sonoro por la ciudad.

Estados Unidos reanuda esta semana su actividad diplomática en Ucrania después de que los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Defensa, Lloyd Austin, hayan hecho este domingo, con el mayor de los hermetismos en la primera visita oficial estadounidense de alto nivel desde el inicio de la guerra en ese país el pasado 24 de febrero. EE.UU. también ha anunciado una ayuda adicional de 700 millones de dólares a Ucrania, que es parte de el mayor envío de armas reciente que manda a un país asociado, más de 3.000 millones de dólares en artillería, cañones, drones y equipos de protección.  Zelenski ha agredecido en un mensaje en Twitter al presidente y al pueblo estadounidense "el liderazgo en el apoyo a Ucrania" y agregaba que "hoy el pueblo ucraniano está unido y es fuerte, y la amistad y la asociación entre Ucrania y Estados Unidos son más fuertes que nunca". [Última hora de la guerra en Ucrania]

Foto: El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, en el centro, junto a los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, Antony Blinken y Lloyd Austin antes de mantener un encuentro en Kiev, este domingo, 24 de abril de 2022. Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania/ Reuters.

Dos meses después del inicio de la guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, mantiene un elevado apoyo ciudadano. El instituto Levada, el único independiente del Gobierno que queda en Rusia, le otorga una aprobación de entre el 70% y el 80%, una cifra siempre con matices en un país que prohíbe las manifestaciones contra la invasión. El cierre impuesto a los medios críticos ha laminado el acceso en Rusia a cualquier narrativa distinta a la oficial en radio, televisión y en buena medida también en internet. A pesar de la propaganda, una parte de la ciudadanía percibe que las cosas no marchan como Putin les dijo cuando anunció la "operación especial en Ucrania".

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, durante la celebración de la Pascua ortodoxa en Moscú (Alexander NEMENOV/AFP)

Los ucranianos han tratado de mantener las tradiciones de la Pascua ortodoxa a pesar de la guerra y de que numerosos templos han resultado dañados o destruidos en estos dos meses, sobre todo en el este y el norte del país. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha lanzado un mensaje de ánimo a sus compatriotas desde la catedral de Santa Sofía de Kiev. También el presidente ruso, Vladímir Putin, ha asistido en Moscú a la misa de la Pascua de resurrección. No ha habido tregua en Mariúpol, donde la artillería rusa ha seguido golpeando la acería de Azovstal, último foco de resistencia de la ciudad, que está prácticamente destruida.

Foto: Soldados ucranianos celebran la Pascua ortodoxa cerca de Járkov (EFE/EPA/STR)

Se cumplen dos meses del inicio de la guerra y el ejército ruso sigue atacando intensamente tanto el sur como el este de Ucrania. Los bombardeos se han repetido sobre la región de Lugansk, donde al menos ocho personas habrían muerto, según ha asegurado el gobernador de la región, Serhiy Gaidai. Rusia continua llevando a cabo ofensivas terrestres a pequeña escala en múltiples puntos a lo largo del frente, desde Izyum hasta el óblast de Zaporiyia, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). También habrían seguido presionando las instalaciones de Azovstal en Mariúpol, donde resisten cientos de fuerzas ucranianas. La situación sigue siendo crítica en la ciudad portuaria y los nuevos intentos por evacuar a los civiles habrían fracasado.

Un ataque bárbaro, un cataclismo, las horas más oscuras para Europa desde la II Guerra Mundial... Así despertaba la UE el 24 de febrero; frustrada por el fallo de la diplomacia, preocupada por tener una potencia nuclear a sus puertas. E inmediatamente estrechaba lazos con la OTAN, que sacaba la cabeza tras años en la sombra.

FOTO: EFE/EPA/VASSIL DONEV

La ciudad de Mariúpol, al sur de Ucrania, ha quedado destruida tras dos meses de guerra y una dura defensa de los soldados ucranianos. La ciudad portuaria del Mar de Azov tenía 400.000 habitantes antes de la invasión rusa, que hablaban tanto ruso como ucraniano, pero la mayoría han huido o han muerto. 

Foto: Azov/vía REUTERS

La Cruz Roja Internacional y autoridades ucranianas llevan varios días sin poder organizar una evacuación de civiles en Mariúpol. Los intentos de realizar un corredor humanitario fracasan y decenas de civiles continúan sin poder salir de la ciudad. Los que se arriesgan a escapar con vehículos propios llegan a la ciudad de Zaporiyia, al sur de Ucrania, donde la ONG World Central Kitchen les reparte comida caliente. El chef español José Andrés ha supervisado personalmente el reparto de ayuda a los desplazados y expresa su preocupación por las condiciones de vida que deben tener los que se quedan en Mariúpol: "La gente que llega no solo necesita alimentos, parece que quieran un abrazo, sin darte cuenta se ponen a llorar", expresa.

Informa Fran Sevilla, enviado especial

La ciudad de Zaporiyia, al sur de Ucrania, acoge a los civiles que logran escapar de la asediada Mariúpol Allí, la ONG World Central Kitchen reparte comida caliente y alimentos para varios días para los desplazados. Sin embargo, los corredores de evacuación fracasan y decenas de civiles no pueden salir de la ciudad. Allí está Fran Sevilla, enviado especial.